Espectáculos y Cultura > MÚSICA

Para Sabina “Montevideo está deliciosa, como siempre”

El cantautor español aprovechó el mediodía del sábado para degustar la carne uruguaya y, entre cigarrillo y cigarrillo, compartió un almuerzo frente al puertito del Buceo
Tiempo de lectura: -'
05 de octubre de 2014 a las 22:55

“Montevideo está poco primaveral, pero deliciosa, como siempre”. La frase pertenece al cantautor Joaquín Sabina. El cielo gris y el viento que sopla fuerte el mediodía del sábado le dan la razón, aunque la sonrisa con la que lo dice hace pensar que, más allá de esto, disfruta de su estadía en Uruguay.

El cantante español, que se aloja en el hotel Sheraton, en Punta Carretas, aprovechó su día libre –ya que tocó ayer y volverá a hacerlo hoy– para salir a almorzar fuera. Sobre la hora 14 del sábado llegó al restaurante La Casa Violeta, ubicado frente al puerto del Buceo, junto a un grupo de personas en dos camionetas Hyundai de turismo, una negra y otra dorada, ambas con vidrios oscuros, y acompañado por una reducida escolta.

Allí almorzó junto a su entorno más cercano, entre las que se contaban su primo Juan José Gordillo y su mánager. Durante las tres horas que pasó en el local el ambiente fue muy distendido y tranquilo, acorde a la mentalidad de descanso con la que el músico decidió pasar el sábado. El grupo degustó los platos de carne que son la especialidad del restaurante.

Con Sabina también se encontraba el uruguayo Martín Rosito, ganador del concurso de covers Sabina por aquí, organizado entre otros por Gordillo y que tuvo lugar en la ciudad de Úbeda, cuna del artista. Rosito contó a El Observador que Sabina lo llamó para invitarlo al almuerzo del sábado. El cantautor lo abrazó y lo felicitó por su trabajo al momento de despedirse y le prometió que pronto volverían a verse.

Rosito narró que también fue invitado a participar del concierto del jueves 2, el segundo realizado por Sabina en Montevideo. Luego lo hizo en el del viernes, avisado a último momento. “Él es así. Fue muy generoso conmigo”, comentó, por lo que no descarta que también lo inviten para los próximos shows.

En el recital del jueves, previo a la aparición de Rosito, Sabina lo comparó con Jorge Drexler, quien actuó como telonero suyo en 1994. En aquel entonces Sabina invitó a Drexler a su país, donde el uruguayo grabó su tercer disco –que incluye un dúo con Sabina– y que fue el inicio de su exitosa carrera en aquel país. “Fue jodido”, explicó el andaluz en el concierto del jueves. “Él tenía una vida hecha aquí, era médico, tenía familia. Se vino. Yo lo pasé muy mal, pensé: si todo sale cagando, soy responsable. ¿Salió muy bien, eh?”, comentó con una sonrisa.

Rosito asegura que la experiencia de haber cantado y compartido escenario con su ídolo fue “increíble” y explica que ahora se encuentra componiendo junto a su hermano Adrián –quien también asistió al almuerzo– los temas que integrarán la maqueta que grabará en el estudio que Sabina posee en Madrid como premio por su triunfo en el concurso. Además de estas composiciones, Rosito ya sabe que incluirá un cover del español a modo de “homenaje”.

Hombre de palabra

Mientras los Rosito almorzaban dentro del restaurante, Cristian y Paola esperaban afuera por su ídolo. Ella estuvo en el hotel Sheraton el día anterior, por lo que reconoció las camionetas que trasladan al artista. Al verlas estacionadas en la rambla, se preguntaron si no pertenecerían al músico. Y no se equivocaron. A lo largo del almuerzo Sabina salió en varias ocasiones a la terraza del restaurante para fumar, acompañado siempre por su primo. Fue en una de esas ocasiones que la pareja lo reconoció desde la calle, situación que fue aprovechada por Paola para sacarle algunas fotos con su celular, mientras que Cristian habló con la seguridad de Sabina, que le otorgó el permiso para esperarlo y pedirle una foto al trovador de Úbeda cuando se retirara del lugar.

En otra de esas excursiones a fumar, Sabina detectó al fotógrafo de El Observador que tomaba imágenes desde la calle. “¡Tranquilo, cuando me vaya me puedes tomar todas las fotos que quieras!”, le gritó el músico, entre divertido y molesto. Tras ese intercambio, se escudó tras uno de los carteles publicitarios ubicados en la terraza. Pero el español es hombre de palabra.

Al abandonar el restaurante Sabina se acercó a quienes lo esperaban y exclamó: “¡Lo prometido es deuda!”. Vaqueros, saco de jean, lentes oscuros y un sombrero blanco componían el atuendo del artista, que se tomó unos minutos para sonreír ante las cámaras y abrazar a los afortunados fanáticos.

Cristian y Paola tuvieron un momento de cercanía con el músico, al que se notaba cómodo y contento, que compensó el hecho de que no pudieran conseguir entradas para ninguno de los seis shows del español. Es que pese al cielo cubierto y las ráfagas de viento de la rambla, los uruguayos recibieron a Sabina con la calidez que implica agotar todas las entradas para todos los espectáculos.

    Comentarios

    Registrate gratis y seguí navegando.

    ¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

    Pasá de informarte a formar tu opinión.

    Suscribite desde US$ 345 / mes

    Elegí tu plan

    Estás por alcanzar el límite de notas.

    Suscribite ahora a

    Te quedan 3 notas gratuitas.

    Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

    Esta es tu última nota gratuita.

    Se parte de desde US$ 345 / mes

    Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

    Elegí tu plan y accedé sin límites.

    Ver planes

    Contenido exclusivo de

    Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

    Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

    Cargando...