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Pedro Bordaberry se distancia de los blancos y apunta a Lacalle Pou
En campaña, asesores extranjeros le recomendaron atacar al líder blanco
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25 de julio de 2015 a las 05:00
El comienzo de este período de gobierno encuentra a Pedro Bordaberry, líder de Vamos Uruguay –el sector más votado del disminuido Partido Colorado–, marcando diferencias con los blancos, en particular con Luis Lacalle Pou, quien ya anunció su intención de volver a ser candidato presidencial.
Hace tres meses, a fines de abril, El Observador entrevistó a Bordaberry y le preguntó sobre su futuro político e incluso si se iba a ir para la casa. "Lo que sí voy a hacer es cumplir mis cinco años en el Senado, porque sería una falta de respeto hacia quienes me votaron irme para mi casa. A los que me votaron les tengo que responder con cinco años de trabajo. Lo voy a hacer porque siempre cumplo", respondió.
Y cumplió hasta ahora con trabajar desde el Senado y desde ahí, además de marcar distancia del Frente Amplio, también empezó a poner los puntos sobre las íes a Lacalle Pou, quién ya está en campaña hacia el 2019 e incluso hoy estará reunido con toda su dirigencia en Trinidad (Flores).
En febrero pasado asumieron los nuevos legisladores y Bordaberry presentó en estos meses unos 50 proyectos de ley, de los cuales 13 venían de la legislatura pasada aunque los aggiornó para esta.
En marzo, tuvo su primer choque con Lacalle Pou. Bordaberry anunció en la coordinación con los demás partidos que presentaría un proyecto para que las sesiones del Senado fueran durante todo el mes, en vez del 1º al 18 como es tradición.
Los blancos rechazaron esa idea y Lacalle Pou en sala, dijo que "no acepta clases de moral" sobre cómo realizar su trabajo de legislador. Finalmente el proyecto no se aprobó.
El desgaste de la relación se plasmó también cuando la oposición tuvo que negociar entre sí los cargos que el gobierno les ofreció para estar en la administración. El diálogo "dejó un sabor amargo", confesó Bordaberry, para quien, según le dijo a El Observador, los blancos "incumplieron" lo acordado, acusación que fue negada desde el Partido Nacional.
Esta semana, Bordaberry volvió a diferenciarse de Lacalle Pou. Esta vez por "desayunarse" recién que hay problemas en ANCAP y la emprendió contra "la positiva", el sello que caracterizó la campaña del presidenciable blanco.
En una carta publicada ayer en el portal El Telescopio acusó al sistema político de mirar para otro lado cuando en 2013, advirtió –en una interpelación al ministro Fernando Lorenzo– del déficit fiscal y la situación financiera de las empresas públicas.
"Hoy algunos se dieron cuenta de lo que estaba pasando en ANCAP y piden comisiones investigadoras", escribió en relación al planteo del sector Todos.
Según supo El Observador, dos asesores extranjeros en comunicación que contrató Bordaberry y que tenían amplia experiencia en encuestas y campañas de varios países, le sugirieron que su primer rival era Lacalle Pou y en él debería enfocar sus críticas.
Sin embargo, su entorno político, conocedor del terreno local, le recomendó que cuidara la dureza de los ataques, pensando en la segunda vuelta cuando debían ir a pedir el voto del otro partido histórico. Bordaberry le hizo caso a los dirigentes –después con el diario del lunes pensó que eso pudo haber sido un error– y si bien trató de golpear al candidato del Partido Nacional, que se movía por "la positiva", se cuidó bastante de no pasarse de la raya.
El entredicho más notorio, cuando empezaba setiembre de 2014, refirió al planteo de Lacalle Pou de "descongestionar" las cárceles y Bordaberry también marcó, como una debilidad del blanco, su falta de experiencia.
Lacalle Pou explicó que su propuesta no era liberar presos y le dijo que no fuera "pícaro". "Pícaro no, hay que ser serio", retrucó Bordaberry desde Colonia, en una gira en el "Pedrobus".
Después de eso, ambos candidatos se reunieron y bajaron los decibeles de la discusión y el objetivo volvió a ser el Frente Amplio.
El final del cuento se conoce.
A los colorados le fue mal en las elecciones, perdieron legisladores, los dos sectores más grandes (Propuesta Batllista y Vamos Uruguay) sufren hoy desmembramientos, y los colorados recibieron otro golpe al retroceder en las municipales donde perdieron Salto y sólo retuvieron Rivera.
Bordaberry seguirá en el Senado y aún no está claro si volverá a ser candidato. Pero por ahora, continuará marcando posición.
Hace tres meses, a fines de abril, El Observador entrevistó a Bordaberry y le preguntó sobre su futuro político e incluso si se iba a ir para la casa. "Lo que sí voy a hacer es cumplir mis cinco años en el Senado, porque sería una falta de respeto hacia quienes me votaron irme para mi casa. A los que me votaron les tengo que responder con cinco años de trabajo. Lo voy a hacer porque siempre cumplo", respondió.
Y cumplió hasta ahora con trabajar desde el Senado y desde ahí, además de marcar distancia del Frente Amplio, también empezó a poner los puntos sobre las íes a Lacalle Pou, quién ya está en campaña hacia el 2019 e incluso hoy estará reunido con toda su dirigencia en Trinidad (Flores).
En febrero pasado asumieron los nuevos legisladores y Bordaberry presentó en estos meses unos 50 proyectos de ley, de los cuales 13 venían de la legislatura pasada aunque los aggiornó para esta.
En marzo, tuvo su primer choque con Lacalle Pou. Bordaberry anunció en la coordinación con los demás partidos que presentaría un proyecto para que las sesiones del Senado fueran durante todo el mes, en vez del 1º al 18 como es tradición.
Los blancos rechazaron esa idea y Lacalle Pou en sala, dijo que "no acepta clases de moral" sobre cómo realizar su trabajo de legislador. Finalmente el proyecto no se aprobó.
El desgaste de la relación se plasmó también cuando la oposición tuvo que negociar entre sí los cargos que el gobierno les ofreció para estar en la administración. El diálogo "dejó un sabor amargo", confesó Bordaberry, para quien, según le dijo a El Observador, los blancos "incumplieron" lo acordado, acusación que fue negada desde el Partido Nacional.
Esta semana, Bordaberry volvió a diferenciarse de Lacalle Pou. Esta vez por "desayunarse" recién que hay problemas en ANCAP y la emprendió contra "la positiva", el sello que caracterizó la campaña del presidenciable blanco.
En una carta publicada ayer en el portal El Telescopio acusó al sistema político de mirar para otro lado cuando en 2013, advirtió –en una interpelación al ministro Fernando Lorenzo– del déficit fiscal y la situación financiera de las empresas públicas.
"Hoy algunos se dieron cuenta de lo que estaba pasando en ANCAP y piden comisiones investigadoras", escribió en relación al planteo del sector Todos.
En campaña
Durante la última campaña electoral, los candidatos colorado y blanco evitaron el fuego cruzado sabiendo que uno de ellos podía pasar al balotaje y necesitaría del otro.Según supo El Observador, dos asesores extranjeros en comunicación que contrató Bordaberry y que tenían amplia experiencia en encuestas y campañas de varios países, le sugirieron que su primer rival era Lacalle Pou y en él debería enfocar sus críticas.
Sin embargo, su entorno político, conocedor del terreno local, le recomendó que cuidara la dureza de los ataques, pensando en la segunda vuelta cuando debían ir a pedir el voto del otro partido histórico. Bordaberry le hizo caso a los dirigentes –después con el diario del lunes pensó que eso pudo haber sido un error– y si bien trató de golpear al candidato del Partido Nacional, que se movía por "la positiva", se cuidó bastante de no pasarse de la raya.
El entredicho más notorio, cuando empezaba setiembre de 2014, refirió al planteo de Lacalle Pou de "descongestionar" las cárceles y Bordaberry también marcó, como una debilidad del blanco, su falta de experiencia.
Lacalle Pou explicó que su propuesta no era liberar presos y le dijo que no fuera "pícaro". "Pícaro no, hay que ser serio", retrucó Bordaberry desde Colonia, en una gira en el "Pedrobus".
Después de eso, ambos candidatos se reunieron y bajaron los decibeles de la discusión y el objetivo volvió a ser el Frente Amplio.
El final del cuento se conoce.
A los colorados le fue mal en las elecciones, perdieron legisladores, los dos sectores más grandes (Propuesta Batllista y Vamos Uruguay) sufren hoy desmembramientos, y los colorados recibieron otro golpe al retroceder en las municipales donde perdieron Salto y sólo retuvieron Rivera.
Bordaberry seguirá en el Senado y aún no está claro si volverá a ser candidato. Pero por ahora, continuará marcando posición.
