Playboy, algo más que una revista de desnudos

La famosa revista estadounidense Playboy anunció en octubre pasado un radical cambio en su formato: dejará de publicar imágenes de mujeres totalmente desnudas. En un intento por capturar lectores en generaciones más jóvenes que son nativos digitales, la revista pasará a "sugerir en lugar de mostrar".

Según se dio a entender, será a partir de marzo del año que viene que Playboy apostará a las poses provocativas para abandonar definitivamente el desnudo, según afirmó Scott Flanders, el consejero ejecutivo de la revista al diario The New York Times semanas atrás.

Playboy publicó este viernes la imagen de lo que será la última "portada hot". En ella puede verse a la modelo y actriz estadounidense Pamela Anderson mostrando su escote. La edición impresa saldrá el 11 de diciembre en Estados Unidos.

Para Anderson esta será la décimocuarta portada de Playboy protagonizada, convirtiéndose en la mujer que más veces a figurado al frente de la revista.

Si algo hay que reconocerle a Playboy es -por más cuestionable que sean los métodos- su intento de reestructurar un negocio caduco que propone publicar una revista entera en base a la exposición de las mujeres. Los cambios en el consumo son acelerados e insistir en un modelo que nació en los años 1950 "es una batalla que fue peleada y perdida", dijo Flanders, "en este momento la revista ya es algo demodé".

Sin embargo, no todo el éxito de Playboy vino directamente de la burda pornografía. La revista también ha realizado trabajos periodísticos de gran porte en los que retrató figuras que han influenciado de alguna manera la cultura popular de occidente en los últimos 60 años. Desde figuras políticas como Fidel Castro, pasando por grandes músicos como John Lennon, tecnópatas como Steve Jobs, directores de cine como Quentin Tarantino, o figuras del mundo del espectáculo contemporáneo como Marilyn Monroe y las hermanas Kardashian. Otro de sus hitos periodísticos se dio en una entrevista a Martin Luther King Jr. en 1965. La frase "siento que debo aceptar la difícil tarea de ayudar a construir una nación y un mundo donde la gente -no importa sea blanca o negra- pueda vivir en paz” supo ser de las más identitarias del político y fue publicada en Playboy.

Todos han sabido colaborar en la construcción de una Playboy que es algo más que desnudos y que se nueva propuesta puede rescatar.

Por otro lado Flanders dio a entender que las redes sociales jugarán un papel fundamental en el futuro, y que saber articular la seducción, con otros componentes como el artístico y el periodístico serán parte de la estrategia para el 2016 y los años venideros.

Playboy se convirtió en una institución y ha colaborado a reforzar ciertos estereotipos de los cuales hoy es muy difícil escapar. Lo cierto es que la revista y su línea editorial apuntan a un público determinado que ya no está del todo dispuesto a comprar la revista solo por las mujeres.

Tal como lo expresa la modelo Victoria Valentino en una columna de opinión publicada en The Washington Post un mes atrás: "eliminando los desnudos, Playboy puede trasnformar su estilo en algo que eleve a la mujer, la dignifique y la ponga en una pedestal que la empodere y la vuelva algo más que un objeto sexual". Exponerlas desde esta perspectiva es lo mejor que puede hacer.

La marca tiene ahora el desafío de romper con aquello que la identifica sin destruir todo lo bueno en lo que ha trabajado hasta ahora.