Políticas exitosas que redujeron la mortalidad por accidentes

España es el modelo a seguir para el gobierno uruguayo en cuanto a políticas acerca de seguridad vial. Y España, desde comienzos del siglo registra un descenso de los accidentes de tránsito y de la cantidad de muertes por esta causa. Actualmente tiene la tasa de mortalidad más baja de su historia y ocupa el quinto lugar del mundo con mejor seguridad vial, detrás de Suecia, Reino Unido, Dinamarca y Holanda. En 2010 se propuso disminuir 30% la cantidad de muertes por accidentes de tránsito, y para 2013 ya había superado ese objetivo.

Una de las medidas más impactantes fue la realización de campañas específicas con duración de una semana. A cada mes del año, durante 2012 y 2013, le correspondió una temática diferente: control a las distracciones al momento de manejar, vigilancia de carreteras, control exhaustivo de alcoholemia, de velocidad o del uso del cinturón.

Pero la política más fuerte para los conductores fue el permiso de manejar por puntos que se implementó hace nueve años. Todos los conductores recibieron 12 puntos y cada infracción implica una disminución, que depende de la falta que se cometa. Las más graves restan seis puntos y son por conducir con más alcohol que el permitido (0,5 gramos por litro de sangre), si se consumieron otras drogas, o si la persona se resistió a realizar un test de alcoholemia.

El 42% de las sanciones impuestas fueron por exceso de velocidad, cuya sanción depende de cuánto se haya superado el límite. De todas maneras, cada dos años se restablece la cifra en cada libreta. Si en el curso de esos dos años alguien se queda sin puntos, pierde el permiso de conducción por seis meses. El método de recuperación implica un curso de sensibilización y reeducación vial de 24 horas. Para Pablo Inthamoussu, director de la Unidad Nacional de Seguridad Vial, es un "factor disuasivo" para todos los conductores que tendrá gran impacto cuando se instale en Uruguay, porque provoca que las personas cuiden su conducta porque no solo basta con pagar las multas.

Uruguay como ejemplo

Inthamoussu dijo que Uruguay está siendo consultado por otros países del mundo por el sistema de datos de siniestralidad vial, y en especial por la política de implementación de vestimenta de alta visibilidad en motociclistas. "En ese sentido fuimos pioneros, no había experiencia como ejemplo", aseguró.

Suecia como ejemplo

A pesar de que cumplió su meta antes de tiempo, España no tiene la menor mortalidad por accidentes de tránsito y es un país donde el consumo de alcohol es una costumbre arraigada y "no existe la percepción de su riesgo" como sí en Uruguay, según Inthamoussu. Con su tolerancia cero, y su baja mortalidad por accidentes, Suecia es uno de los ejemplos para España y el mundo; un país que hizo una apuesta fuerte a la tecnología.

Implementaron un sistema automático de control de alcoholemia en el puerto de Gotemburgo, donde todos los conductores deben soplar una máquina, y si da negativo se levanta la barrera para que sigan. Las políticas contra el alcohol en ese país son bastante fuertes, pero algo similar existe en Uruguay, aunque de manera manual. Desde 2012 la Prefectura realiza controles de alcoholemia a los turistas que ingresan por los puertos y salen manejando sus autos que transportaban en los barcos, muchas veces habiendo consumido alcohol.

Otro de los dispositivos tecnológicos se parece a los que realizan las alcoholemias, e impide que los autos se prendan si el conductor supera el límite permitido de alcohol en sangre (0,2 gramos por litro). También dispositivos que, si detectan peligro en la carretera, automáticamente reducen la velocidad del auto. "Los países desarrollados empezaron varios años antes que nosotros con la seguridad vial y ya se ven los resultados", dijo el director de Unasev. "No existe una receta a seguir pero tomamos buenas prácticas de todos ellos".