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Por qué la mañana es el peor momento para tomar café

Comenzar el día con una taza caliente de esta bebida es algo que en el corto y largo plazo perjudica al cuerpo, puesto que afecta a la llamada "hormona del estrés"
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07 de junio de 2015 a las 05:00
El café se encuentra profundamente arraigado en la rutina matinal de una cantidad de gente. Hay algo romántico en preparar esta bebida caliente y sostener cerca de la cara esa taza humeante temprano en la mañana. También tiene algo práctico: iniciar el día consumiendo cafeína ayuda a prepararse para el día o, al menos, para lo que se vendrá en las primeras horas.

Sin embargo, tomar café en seguida después de despertarse es, en verdad, contraproducente. No solo
disminuye el efecto de la cafeína, sino que además tiende a generar tolerancia por esta droga, socavando el efecto también a largo plazo.

El cuerpo humano produce una hormona llamada cortisona, usualmente apodada la "hormona del estrés", porque tiende a aparecer cuando uno está estresado o atemorizado. Pero esa misma hormona es también el componente clave del ciclo hormonal diario, conocido como el reloj circadiano. Este ayuda a que uno se despierte en la mañana y luego se apague en la noche. El meollo es que, cuando el cuerpo libera cortisona, las personas se sienten más despiertas.

Por eso, el peor momento para tomar café es a primera hora en la mañana, cuando los niveles de cortisona están en sus guarismos más altos.

Los problemas

Consumir cafeína cuando la producción de cortisona es elevada genera dos problemas básicos. Por un lado, la cafeína tiende a interferir con la producción de cortisona. Entonces, el cuerpo produce dicha hormona en menor cantidad y se confía más en la cafeína.

En segundo lugar, tomar café cuando la cortisona está alta lleva a que, con el tiempo, se desarrolle una tolerancia a la cafeína. Ese es el motivo por el cual tantos bebedores de café dicen que esta tiene un efecto menor en ellos. En vez de complementarlo, el efecto de la cafeína sustituye el impulso que usualmente se obtiene por la cortisona.

La ciencia ha demostrado que hay tres momentos del día en que los niveles de cortisona suben: temprano en la mañana, al mediodía y durante la tarde. Su pico más alto es entre las 6 y las 10 de la mañana, particularmente entre las 8 y las 9.

Para aprovechar el efecto de la cafeína al máximo, se debería tomar entre medio de esos horarios, es decir, de 10 a 12 horas y de 14 a 17 horas. En esos períodos es que efectivamente se precisa más café y, lo que es más importante, no interfiere con el mecanismo esencial del cuerpo para mantenerlo alerta.

En caso de levantarse muy temprano en la mañana o después del mediodía, lo mejor es esperar una hora antes de tomar café.

Los tomadores frecuentes de café que están exhaustos de mañana debido a la falta de esta bebida han alterado su ritmo circadiano de tal forma que necesitan un golpe de cafeína para poder estar tan despabilados como solían estarlo sin ella.

Si esto le suena familiar, quizá debería reconsiderar en qué momento del día tomar la primera taza de café.

El consumo de cafeína

* CUÁNDO: Entre las 10 y las 12 del mediodía, así como entre las 14 y 17 horas son los mejores horarios para tomar café. El peor momento es temprano en la mañana, particularmente entre las 8 y 9 horas.
* CUÁNTO: El consumo diario de cafeína no debería superar los 400 mg, lo que equivale a cinco tazas de café expreso al día, con 80 mg de este estimulante por taza. Estas son las recomendaciones de un nuevo informe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, que advierte de las consecuencias negativas que puede tener la cafeína.
* CÓMO: Si controlar el consumo de café es un problema, existen distintas aplicaciones que pueden ayudar. Entre ellas se destaca UP Coffee (gratis para iOS), una suerte de bitácora móvil sobre el consumo diario de cafeína, lo que ayuda a monitorearlo y a aprender de los hábitos propios vinculados a su ingesta.
* POR QUÉ NO: Si bien el café puede ser negativo, también ofrece ventajas. No obstante, para ello debe ser negro, es decir, sin azúcar. Según el informe 2015 del Comité Asesor de las Guías Dietarias, el café negro reduce de forma activa el riesgo de tener una enfermedad cardíaca y de tener diabetes de tipo 2.

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