¿Por qué Puigdemont suavizó su discurso?

Las presionas nacionales e internacionales, y tal vez especialmente el anuncio de más de 30 empresas de mudar su sede de Cataluña a otras partes de España -y la consiguiente incertidumbre económica para esa región- son algunos de los elementos que llevaron al presidente catalán Carles Puigdemont a moderar su postura independentista luego del referéndum del 1 de octubre.

El presidente del gobierno español Mariano Rajoy ya había descartado entablar un diálogo a menos de que se abandonaran los planes de independizarse. También había señalado la posibilidad de aplicar cargos por sedición y la posible aplicación del artículo 155 de la Constitución española, cuya aplicación suspendería la autonomía catalana. Sobre este tema, el gobierno central anunció este martes que se pronunciará el miércoles 10, luego de una reunión del Consejo de Ministros extraordinario convocada por Rajoy para las 9 de la mañana de Madrid.

Por todo eso, la expectativa en torno al discurso de Puigdemont era grande. "Asumo, al presentarles los resultados del referéndum ante todos ustedes, el mandato de que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república", dijo Puigdemont al empezar a hablar.

Pero a continuación agregó: "El gobierno de Cataluña y yo mismo proponemos que el parlamento suspenda los efectos de la declaración de independencia con tal de que en las próximas semanas emprendamos un diálogo sin el cual no es posible llegar a una solución acordada".

"Muchas personas me sugirieron lo que debía que hacer o dejar de hacer", continuó Puigdemont. "Todas las opiniones son respetables y propias de un momento como este. A todos se los agradecí, porque hay razones fundamentadas que vale la pena escuchar (...) También he pedido opinión sobre el momento y las perspectivas de futuro. Pero lo que hoy voy a exponer no es una expresión personal, es el resultado de lo que ocurrió 1 de octubre", continuó.

Miedo

Entre otros temas, en su discurso el mandatario hizo alusión breve pero explícita a la fuga de empresas ocurrida en Cataluña luego de lo ocurrido el 1 de octubre.

Puigdemont reprochó a los empresarios que "usen su poder para sembrar el miedo" y a los catalanes que se quieren ir, le dijo que no teman. Que el "compromiso con la economía" es absoluto.

Hasta este martes, el temor a una inminente declaración de independencia en Cataluña llevó a que al menos 30 empresas trasladen sus sedes de la región. Seis de las siete compañías catalanas del Ibex comunicaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores su partida, informó El País de Madrid. Además, otras veinte empresas de distintos sectores cambiaron su sede.

Luego del discurso de Puigdemont este martes, además, Planeta -el sexto grupo editorial del mundo- decidió trasladar su sede social de Barcelona a Madrid. Según informó El País de Madrid, la editorial había acordado trasladar su domicilio este lunes.

Al igual que Planeta, que tuvo su sede principal en Barcelona desde su fundación, las empresas que se fueron de la región priorizaron la estabilidad y la seguridad jurídica. La mayoría de las compañías argumentó, además, que su traslado fue para asegurar la normalidad y su firmeza económica.

Las empresas que resolvieron cambiar su sede son de distintos rubros, pero el sector financiero y asegurador fue uno de los primeros en decidir su traslado ante la posibilidad de quedar por fuera del Banco Centro Europeo y el Eurosistema. Primero lo anunció CaixaBank y Sabadell, luego el Banco Mediolanum, Arquia Banca, GVC Gaesco y las aseguradoras SegurCaiza Adelas y MGS Seguros. Lo mismo hicieron más de veinte compañías.

Por otro lado, el grupo químico y farmacéutico Indukern y las filiales del grupo de viajes online Edreams Odigeno anunciaron sus traslados sociales a Madrid.

"Es un reflejo claro del grado máximo de preocupación" del mundo empresarial, advirtió en un comunicado la principal patronal regional, Fomento del Trabajo, pidiendo a los independentistas frenar sus planes que podrían llevar "hacia la insolvencia económica", según consigna AFP.

Tibio

En tanto, el pueblo catalán seguía con expectativa la presentación de Puigdemont. En los alrededores del Parlamento, en la zona acordonada ubicada en el paseo Lluís, miles de personas siguieron el discurso por dos pantallas gigantes. Por eso, la policía catalana cerró al público el parque donde se encuentra la Cámara para prevenir incidentes entre unionistas y secesionistas, días después de que las imágenes de las cargas policiales contra los votantes dieran la vuelta al mundo.

En la calle, varios esperaban una declaración inequívoca. "Estamos esperando que declaren la independencia y sabemos que tendremos que estar en la calle para defenderla", dijo a la AFP Marta Martínez, abogada de 50 años, antes del discurso.