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Precios de la reposición volvieron a caer en 2015
Las correcciones se ubicaron entre 1% y 15% respecto a 2014 y entre 13% y 22% frente a 2012, según datos estadísticos
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25 de diciembre de 2015 a las 05:00
El año calendario 2015 fue el tercero consecutivo con bajas de precios para las diferentes categorías de reposición. Un estudio estadístico realizado por El Observador Agropecuario, hecho en base a los precios obtenidos en los diferentes remates por pantalla realizados durante todo el año, refleja que se registraron bajas de entre 1% y 15% respecto al año pasado; y de entre 13% y 22% si se lo compara con 2012, en dólares corrientes.
Este año la única categoría que aumentó su precio respecto al año anterior fue la de novillos, de 2 a 3 años, aunque ese ajuste fue muy leve, apenas 1%. Todas las demás obtuvieron precios inferiores a los registrados durante los tres años anteriores.
En el otro extremo este año se ubican los vientres preñados, que ajustaron su precio 15% respecto a los negocios realizados en 2014. Este fue el tercer ajuste anual consecutivo de los precios de las haciendas de reposición, desde que El Observador Agropecuario lleva este registro estadístico que inició en 2012. La categoría que más se devaluó en todo ese período fue la de terneras, que sufrió un ajuste de 22%.
Este año se caracterizó por una importante sequía que inició en febrero y se extendió hasta agosto y en algunos casos hasta setiembre, en las zonas este y centro-sur del país. Esa situación obligó a los productores a vender una parte importante de sus ganados, con el objetivo de aliviar las cargas y así poder superar el revés climático. Eso implicó una mayor oferta en el mercado y a la vez menor demanda.
Ante la situación planteada, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) reaccionó rápidamente otorgando raciones, créditos y subsidios a los productores afectados, fundamentalmente a aquellos de pequeña y mediana escala (hasta 500 hectáreas, índice Coneat 100).
Quienes tuvieron la oportunidad de hacer mejores negocios fueron los ganaderos del norte del país, zona que fue ampliamente favorecida por las precipitaciones. Allí, por el contrario, hubo casos de inundaciones y se generaron algunos problemas comerciales vinculados a las cargas de las tropas, tanto de reposición como de ganado gordo.
Según confirmaron varios consignatarios a lo largo de este ejercicio que finaliza, se observó a varios productores del norte demandado los buenos ganados del sur y este en los diferentes remates de reposición, tanto por pantalla como en ferias.
Dos factores que favorecieron los negocios en 2015 fueron, por un lado, la fuerte corriente exportadora de ganado en pie, que permitió comercializar un alto volumen de terneros, sobre todo en la zafra de otoño. Si bien las empresas exportadoras compran cada vez más a través de sus operadores en negocios particulares, los actores del mercado consideran que su rol es fundamental para descomprimir la oferta cuando ésta es abundante.
Por otro lado, estuvo la valorización del dólar, que en pesos registró un aumento de 23%, lo que posibilitó que los productores pudieran afrontar de mejor forma sus costos en pesos.
La sequía dejó en mal estado corporal a los ganados de cría y no hay buenas expectativas para la producción de terneros. Eso podría hacer caer la futura oferta de animaes de la categoría, y de mantenerse la demanda los precios podrían aumentar.
Si bien el mercado de haciendas gordas tuvo diferentes oscilaciones respecto a 2014, el precio promedio fue muy similar en ambos ejercicios. La baja fue de apenas 0,32% por kilo, según datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC). Las cotizaciones extremas en 2015 fueron más agudas que en el año anterior. El mínimo fue US$ 3,246 por kilo en cuarta balanza –se registró en abril– y el máximo fue US$ 3,846 –en agosto–. Se espera que el año cierre con una faena algo superior a la de 2014. En 2015 se faenaron 2,1 millones de cabezas.
Este año la única categoría que aumentó su precio respecto al año anterior fue la de novillos, de 2 a 3 años, aunque ese ajuste fue muy leve, apenas 1%. Todas las demás obtuvieron precios inferiores a los registrados durante los tres años anteriores.
En el otro extremo este año se ubican los vientres preñados, que ajustaron su precio 15% respecto a los negocios realizados en 2014. Este fue el tercer ajuste anual consecutivo de los precios de las haciendas de reposición, desde que El Observador Agropecuario lleva este registro estadístico que inició en 2012. La categoría que más se devaluó en todo ese período fue la de terneras, que sufrió un ajuste de 22%.
Este año se caracterizó por una importante sequía que inició en febrero y se extendió hasta agosto y en algunos casos hasta setiembre, en las zonas este y centro-sur del país. Esa situación obligó a los productores a vender una parte importante de sus ganados, con el objetivo de aliviar las cargas y así poder superar el revés climático. Eso implicó una mayor oferta en el mercado y a la vez menor demanda.
Ante la situación planteada, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) reaccionó rápidamente otorgando raciones, créditos y subsidios a los productores afectados, fundamentalmente a aquellos de pequeña y mediana escala (hasta 500 hectáreas, índice Coneat 100).
Quienes tuvieron la oportunidad de hacer mejores negocios fueron los ganaderos del norte del país, zona que fue ampliamente favorecida por las precipitaciones. Allí, por el contrario, hubo casos de inundaciones y se generaron algunos problemas comerciales vinculados a las cargas de las tropas, tanto de reposición como de ganado gordo.
Según confirmaron varios consignatarios a lo largo de este ejercicio que finaliza, se observó a varios productores del norte demandado los buenos ganados del sur y este en los diferentes remates de reposición, tanto por pantalla como en ferias.
Dos factores que favorecieron los negocios en 2015 fueron, por un lado, la fuerte corriente exportadora de ganado en pie, que permitió comercializar un alto volumen de terneros, sobre todo en la zafra de otoño. Si bien las empresas exportadoras compran cada vez más a través de sus operadores en negocios particulares, los actores del mercado consideran que su rol es fundamental para descomprimir la oferta cuando ésta es abundante.
Por otro lado, estuvo la valorización del dólar, que en pesos registró un aumento de 23%, lo que posibilitó que los productores pudieran afrontar de mejor forma sus costos en pesos.
La sequía dejó en mal estado corporal a los ganados de cría y no hay buenas expectativas para la producción de terneros. Eso podría hacer caer la futura oferta de animaes de la categoría, y de mantenerse la demanda los precios podrían aumentar.
Ganado gordo
Si bien el mercado de haciendas gordas tuvo diferentes oscilaciones respecto a 2014, el precio promedio fue muy similar en ambos ejercicios. La baja fue de apenas 0,32% por kilo, según datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC). Las cotizaciones extremas en 2015 fueron más agudas que en el año anterior. El mínimo fue US$ 3,246 por kilo en cuarta balanza –se registró en abril– y el máximo fue US$ 3,846 –en agosto–. Se espera que el año cierre con una faena algo superior a la de 2014. En 2015 se faenaron 2,1 millones de cabezas.
