El presidente del Club Nacional de Football, José Luis Rodríguez, negó que dirigentes del club estén involucrados en el robo de las banderas a Peñarol. "Es absolutamente estúpido", dijo a la prensa tras declarar ante la Justicia.
"Son versiones totalmente, por llamarlas de alguna manera suave, absolutamente estúpidas, de que hay dirigentes de Nacional que apoyan a las barras y de que las banderas salieron de la sede" de Nacional, expresó. Y agregó: "Ni siquiera en la Justicia están esas versiones".
Sin embargo, el exdirigente de Nacional, el pintor Adolfo Sayago, dijo algo que lo contradice.
"José Luis, en ésta no te banco. Vi las fotos y las banderas estaban en el subsuelo donde estaba el bowling. Vamos a hacernos cargo", escribió en Twitter.
En otro mensaje afirmó: "Si nos comprometemos entre todos lo vamos a lograr. A sacar a los que se escudan en el fútbol para delinquir. Y están en tu club y en el mío", afirmó el exintegrante de la directiva tricolor.
El hombre detenido por la Policía, dijo que estaba custodiando las banderas a pedido de algunos dirigentes de Nacional.
Según su declaración ante la Policía, las banderas estaban en la sede de la calle 8 de Octubre hasta que la Justicia procesó a más de una decena de hinchas por el homicidio de un parcial de Peñarol en Santa Lucía, durante los festejos del club, el 28 de setiembre del año pasado.
Luego de que esos hinchas fueran procesados, dirigentes de Nacional solicitaron al hincha que llevara las banderas para su casa, para que no siguieran en la sede, según dijo ante policías.
El presidente de Nacional, José Luis Rodríguez, calificó como delito que una bandera de Peñarol se introduzca en el seno de la parcialidad de Nacional durante un partido de los tricolores. Por ello sostuvo, según consignó radio Monte Carlo, que espera que los involucrados "vayan presos".
El titular de Nacional dijo en radio Sport 890 que se buscarán con las cámaras de seguridad del Gran Parque Central a los responsables de haber entrado la bandera de Peñarol a la tribuna Abdón Porte y, una vez identificados, serán expulsados del club e incluidos en la "lista negra" de parciales que tienen prohibida la entrada a los espectáculos deportivos.
Según supo El Observador, el hincha, que permanece detenido, es colaborador del club en temas de seguridad, por lo que cobra unos $ 1.000 por partido. Su tarea, que es coordinada por el referente de la barra, Marcelo "el Sapo" Sosa, es hablar con los hinchas para evitar situaciones de violencia y hacer un reporte a la comisión de seguridad luego de finalizado cada encuentro, según contó una fuente El Observador.
El abogado del presidente de Nacional, el penalista Víctor Dellavalle, ratificó que los dichos del "seguridad" demuestran que este "traicionó la confianza" depositada por el club en él.
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