Prueban ómnibus ecológicos para luego exigirlos a nivel nacional

Son 89 los ómnibus de Montevideo que comenzarán a reducir en al menos 50% los gases contaminantes que emitan a la atmósfera. Si bien se trata de un número menor en comparación con los 1.500 que circulan en la capital, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) los controlará como prueba para comenzar a exigir ese tipo de tecnología en el transporte colectivo a nivel nacional.

Los nuevos ómnibus ecológicos fueron presentados ayer por la empresa Coect y funcionan a través de un tratamiento de post combustión. Además del motor tradicional el ómnibus cuenta con un mecanismo donde se inyecta una mezcla de urea (compuesto químico que se utiliza como fertilizante) y agua – conocida como Arla 32- que filtra y purifica los gases emitidos. Además, eso permite ahorrar combustible y minimizar los ruidos. El vehículo se adapta entonces a la norma europea Euro 5 que regula la emisión de gases a la atmósfera, aprobada en 2007, y que el ministerio de Industria y el Mvotma buscan aplicar en Uruguay.

"Es una idea bastante fuerte que tiene nuestro ministerio", aseguró a El Observador el asesor de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), Alfredo Blum, lo que implicaría que las unidades nuevas que adquieran las empresas cuenten con la tecnología utilizada en los ómnibus de Coect. El Ministerio de Vivenda realizará entonces un "monitoreo específico", y controlará en forma continua tanto las emisiones de gases como el consumo de combustible y de urea de esas unidades. Dependiendo de los resultados se buscará cómo adaptarlo y exigirlo en Uruguay.

Esto se debe a que si bien debido al uso de energías renovables las emisiones de gases contaminantes no son un problema en general para Uruguay, la matriz energética del transporte público y carretero es esencialmente a combustión. Por lo que "hay un rezago de tecnología" que hace necesario comenzar a aplicar la normativa internacional, dijo Blum. Para los ómnibus que ya están en funcionamiento se buscarán medidas alternativas.

Sin embargo, "el avance tiene que ser sustentable", señaló Blum, es decir, que contemple los gastos extra que genera a las empresas de transporte estas exigencias en la renovación de la flota y que se traducen en más costos para los ciudadanos (cada unidad nueva cuesta US$ 145 mil). "No podríamos tirar todos los ómnibus o camiones a la basura por una norma", dijo Blum, aunque reconoció que "el tema económico no es lo único" y que es importante tener un claro manejo de las aspiraciones ambientales.

Consultado por El Observador acerca de si las empresas podrían asumir estos gastos extra, el intendente de Montevideo, Daniel Martínez, dijo que los costos de renovación de flota están contemplados dentro de la paramétrica que subsidia el costo de los boletos del transporte urbano. Afirmó que estos cambios se vienen realizando a través de acuerdos particulares ya que no todas las empresas están en la misma situación económica.