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Psicólogos apoyarán a inspectores para lidiar con episodios violentos

Se les dará ayuda para manejar situaciones y también ellos serán evaluados
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12 de marzo de 2015 a las 17:23

Hace unos años, cuando trabajaba en la grúa, Riquen Bonfliglio recibió un golpe en la cara de parte de un conductor. “Me acuerdo hasta de la esquina”, dijo a El Observador el inspector de tránsito que trabaja en la Intendencia de Montevideo (IMM) desde hace 21 años. Luego de levantar un auto mal estacionado en la intersección de Bulevar Artigas y Tabaré se dirigió al depósito de la IMM. Pero al llegar el conductor del vehículo retirado, que lo había seguido hasta allí, lo golpeó. Una situación, como las agresiones verbales, a las que están expuestos constantemente los inspectores en su trabajo diario.

“Nuestra tarea deviene siempre en esa atmósfera de violencia. Eso lleva a un desgaste, y con los años se va profundizando”, dijo Bonfiglio. Es por esto que la Intendencia aprobó la creación de un equipo de apoyo psicolaboral para ayudar a los inspectores de tránsito en el desarrollo de su trabajo. Se tratará de un equipo integrado por seis psicólogos formados en el área laboral que trabajarán “en el marco de las políticas de gestión humana orientadas al fortalecimiento de las tareas que desarrollan los funcionarios”, dice la resolución de la IMM.

Aunque según aseguró Bonfiglio esto era un pedido de los trabajadores desde hace varios años, el fallecimiento de un funcionario tras ser embestido por un ómnibus en la esquina de Uruguay y Minas al perseguir a un conductor dado a la fuga, marcó un punto de alerta en las autoridades.

Este caso, “despertó también la necesidad, primero para acompañar al grupo que se sintió muy afectado, y también para que pudieran charlar los miedos y tuvieran un profesional que los pudiese aconsejar en el tema”, explicó a El Observador el director de Movilidad de la IMM, Néstor Campal.

Convivir con la violencia

Es una “tarea compleja” la de los inspectores, aseguró el jerarca. “Deben enfrentar situaciones muy duras, que a veces afectan a un compañero de trabajo con el cual se convive mucho tiempo, y la reacción puede no ser la adecuada para preservar su salud o la salud del grupo, o no adecuada en el marco normativo”, explicó.

Es que cada vez es más común que sucedan casos de fuga de conductores, dijo el jerarca, como la que llevó a la muerte del inspector el pasado 21 de febrero y que pueden derivar, por ejemplo, en accidentes de tránsito. Y, además, los trabajadores sienten que su rol es visto desde la sociedad con una connotación negativa. “Lamentablemente, como la gente nos ve como agentes de represión, necesitamos siempre tener algún tipo de contención”, dijo por su parte a El Observador el presidente del comité de inspectores de tránsito, Daniel Siri.

Según el trabajador, las situaciones de violencia se dan casi a diario, aunque consideró que con la ley de faltas han mejorado las condiciones laborales por contar con un soporte si se da, por ejemplo, algún tipo de desacato.

Si bien se trata de un trabajo puertas adentro de la Intendencia, se pretende que el equipo de psicólogos sea una ayuda para mejorar “la interrelación del funcionario con el ciudadano y en el desempeño de su trabajo”, aseguró Campal.

Hay “hechos extraordinarios”, dijo el director, “en los cuales todo el grupo se siente golpeado o se asusta y que está sucediendo con una frecuencia muy grande”. Algunas veces puede darse por una acción de un ciudadano “totalmente fuera de lugar”, y en otras puede tener que ver con un comportamiento de un funcionario, explicó.

También los evaluarán

Además de la capacitación en cuanto a las normativas, los inspectores aprenderán técnicas de comportamiento para lidiar con este tipo de situaciones u otras que impliquen algún tipo de conflicto o violencia. “El psicólogo actúa internamente auxiliando a los que han tenido un accidente o a los compañeros para mejorar las posibilidades de que eso no ocurra”, dijo Campal.

El propósito de contar con esta ayuda psicológica es ver si existe algún componente en ese tipo de situaciones en las cuales “la disposición, la formación o cómo (el inspector) enfrenta el problema tenga parte de responsabilidad”.

“Más allá de que tengamos la potestad de multar, somos agentes de salud” por lo que “somos los primeros que tenemos que estar en buen estado físico y mental”, afirmó Siri.

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