El número uno de los socialistas españoles (PSOE), Pedro Sánchez, líder de la oposición, anunció ayer que cualquier acuerdo de gobierno que alcance con otras formaciones se someterá a una consulta no vinculante de los militantes del partido y pasará "todos los filtros y garantías posibles".
Sánchez asumió ayer este compromiso durante la celebración del Comité Federal, el máximo órgano del partido entre congresos, frente a los dirigentes de las federaciones territoriales socialistas.
Todas las expectativas para sacar adelante un gobierno están puestas en Sánchez tras la renuncia del presidente de Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, a someterse a investidura, y la oferta que recibió de la tercera fuerza política de izquierda Podemos para formar un Ejecutivo en coalición.
Esta consulta a la militancia –una medida inédita en la historia del PSOE– es una respuesta a las reticencias que generan a nivel interno la alianza con Podemos, que entre sus promesas electorales incluye un referéndum vinculante sobre la independencia de
Cataluña.
Aunque esta consulta no es vinculante sí "comprometerá políticamente" al PSOE y obligará a los críticos con Sánchez a acatar la decisión de las bases, a priori más proclives a avalar pactos con otras formaciones de izquierdas.
Tras la renuncia de Rajoy, que declinó la oferta del rey
Felipe VI pero no retiró su candidatura,
España vive la segunda ronda de consultas de la que debería salir un candidato que intente reunir el apoyo parlamentario suficiente para ser investido presidente y formar un Ejecutivo, una tarea difícil en un escenario sin mayorías y un Congreso muy fragmentado.
Sánchez anunció que si el rey le propone como candidato aceptará el encargo y tratará de formar un gobierno con la mayor base posible, tanto como Podemos, como con Ciudadanos (liberales centristas), otro de los partidos emergentes que surgió de las elecciones legislativas del 20 de diciembre, aunque este último se ha mostrado reticente.
"Todas las negociaciones que puedan haber serán abiertas, con luz y taquígrafos. Que nadie se preocupe", aseguró Sánchez.
Una semana después de las elecciones legislativas, los socialistas acordaron un documento de cara a futuros pactos, que marcaba la integridad territorial nacional como una de sus "líneas rojas" y la necesidad de que los dirigentes territoriales avalaran cualquier pacto de gobierno, una hoja de ruta a la que ahora se suma la consulta no vinculante.
"No voy a ser presidente a cualquier precio (...) Le digo a Rajoy que abandone toda esperanza. El PSOE no va indultarlo con su voto", advirtió el número uno de los socialistas, que reiteró su rechazo a la oferta de Rajoy de formar un gobierno de coalición PP-PSOE.
Este mensaje también parece dirigido a los históricos dirigentes socialistas, como el expresidente Felipe González (1982-96), que esta semana ha rechazado de plano cualquier posible coalición con Podemos y que ha abogado porque el PSOE facilite un gobierno del PP con su abstención.
Próximo congreso
Durante la reunión de ayer, el comité federal socialista también eligió las fechas del próximo congreso del partido, en el que se elegirá a un nuevo secretario general o se renovara el mandato de Sánchez, y que se celebrará los próximos 20, 21 y 22 de mayo.
Los dirigentes territoriales socialistas críticos con Sánchez presionaron para que el congreso se celebrara en estas fechas, y no en junio como quería la dirección, para que, en caso de que el bloqueo para formar Ejecutivo desemboque en una nueva convocatoria de elecciones, el partido pueda llegar a esa fecha con un proyecto renovado.
La fecha de esta cita reactivó la discusión sobre el liderazgo de Pedro Sánchez, que obtuvo en las pasadas elecciones los peores resultados de la historia del partido, aunque el actual secretario general anunció que se presentará a la reelección.
La reunión del comité federal de ayer se celebró tres días antes de que Sánchez se reúna con el rey, la misma jornada en la que el monarca también se reunirá con Rajoy, y que cerrará la segunda ronda de consultas para proponer un candidato que, posteriormente, se someta a investidura.