“Puede haber pérdidas económicas de hasta 20% por enfermedades productivas”

¿Cómo ve hoy la sanidad animal en Uruguay?
Uruguay tiene un estatus sanitario reconocido internacionalmente. Incide el hecho que sea un país ganadero, lo que significa que la sanidad animal sea un aspecto donde se tiene el mayor cuidado. Las enfermedades que podrían ocasionar las mayores pérdidas económicas y que son prioridad para nosotros, son aquellas que afectan al comercio internacional y las que constituyen un riesgo para la salud. Las enfermedades transfronterizas que afectan al comercio como la fiebre aftosa y la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), conocida como de la vaca loca, son las principales y Uruguay tienen el mejor estatus posible. Esto nos permite acceder a los mercados de la carne, lácteos y de animales vivos; esa es la prioridad para nosotros. Luego están las enfermedades que afectan al hombre (zoonosis) que son las que están demandando hoy mayor actividad como la brucelosis bovina y tuberculosis bovina.

¿Cómo describe la situación de las enfermedades que provocan fuertes pérdidas productivas?
Hay estudios internacionales que establecen que puede haber pérdidas económicas de hasta un 20% por enfermedades productivas. Muchas afectan a la reproducción, otras al crecimiento y lo que se trata es de trabajar en conjunto con la profesión liberal y recabar inquietudes del sector productivo. Creo que en eso no estamos muy mal, obviamente que depende de la situación económica del sector y en este caso estamos en un momento de auge de precios en los mercados y la relación de costos-beneficios es más favorable a la implantación de medidas preventivas.

¿Qué opina de las enfermedades reproductivas donde es bajo el nivel de vacas preñadas y de procreo?
En las pérdidas reproductivas lo que influye fundamentalmente son aspectos nutricionales, genéticos, sanitarios y de orden climático, que hacen que se tengan los porcentajes conocidos en esta materia. Pero las causas que son de origen infecciosos son presumiblemente muy menores comparados con los factores principalmente de orden nutritivos. Eso está consensuado a nivel de la profesión, respecto a que si bien las enfermedades reproductivas son importantes, no son la causa principal de esas pérdidas. Igualmente cuando hay incentivos económicos para la cría como ahora, donde hay que reducir las pérdidas lo más posible, es importante prevenir las enfermedades que puedan afectar la reproducción. Para ello se cuenta con todos los recursos, con los productos necesarios y los profesionales de la actividad liberal. Lo que haría falta es un estudio epidemiológico para cuantificar las pérdidas y la presencia de esas enfermedades. En la facultad de Veterinaria se hizo uno hace más de 10 años y quizás habría que hacer ahora otro estudio nuevamente para actualizar los datos.

¿Cree que el país hace una baja inversión en sanidad animal?
Entiendo que en esta etapa de buenos precios el sector ganadero hace una inversión, en general ha crecido la venta de insumos en los últimos años. Tal vez debiéramos en conjunto ser más aplicados en transmitir a los productores la importancia que tiene la prevención sanitaria.

Hay vacunaciones que no son obligatorias como las clostridiales y que son importantes.
Son importantes y depende de varios factores. En el caso de clostridiosis y carbunco son enfermedades relativamente fáciles de prevenir y que tienen un bajo costo de vacunas. Por lo tanto, es importante que se difunda y que se promueva la necesidad de hacer esa prevención.

El país tiene una campaña sanitaria contra la fiebre aftosa que es emblemática, pero hay otras en las que habría que avanzar y tratar de promover una acción combinada público-privado.
Nuestra prioridad son las enfermedades que afectan al comercio internacional (carne, lácteos y animales en pie), la salud pública y también atendemos todo lo vinculado a la inocuidad alimentaria. En el caso de las campañas sanitarias son prioritarias para nosotros las que están vinculadas a la inserción internacional, no solo en ganado bovino, sino también en ovinos, aves y cerdos.

Nadie duda de esas prioridades, pero lo cierto es que el país tiene pérdidas importantes en el resto de las enfermedades por falta de prevención. ¿No debería encararse una campaña de prevención a nivel de país con participación público-privada?
Podría tenerse en consideración. Lo que yo creo es que las enfermedades de la producción tienen mucha vinculación con los aspectos económicos de su explotación. Si realmente hay un incentivo económico para profundizar en esas medidas, entiendo que el sector productor lo va a considerar. El caso de la carne para los negocios de la Cuota 481 para Europa es muy significativo en ese sentido y en lo que puede fomentar el quehacer de las empresas criadoras. Si el ternero vale, el productor va a estar más propenso a mejorar las tasas reproductivas y de destete, a que los animales estén con mejor estado y ganen peso más rápidamente. Todo eso se va a orientar en la medida que haya un mejor resultado económico que sea sostenible en el tiempo. Igualmente estamos dispuestos a trabajar junto al sector productivo y la profesión liberal, si se entiende que realmente son aspectos que se pueden trabajar en conjunto.

¿Se avanza en la campaña contra la brucelosis?
En el último año hubo una baja de casos aunque no muy significativa. Igualmente las herramientas de control están disponibles desde hace mucho tiempo y si pretendemos avanzar en la campaña tenemos que tener resuelto previamente algunas pautas de trabajo. Por eso se elaboró un documento que fue enviado a todos los sectores involucrados que están expresando sus opiniones. Cuando se termine este proceso se estudiará la estrategia a seguir en procura de alcanzar su erradicación.