¿Qué precauciones se deben tener al momento de prender fuegos artificiales?

Así lo sostienen dos referentes de empresas vendedoras de estos productos en Uruguay. Daniel Kaczka, de la línea Meteoro, y Fabricio Aguilar, de Arcoíris, afirmaron que en los últimos años los compradores se han visto inclinados a comprar baterías o tortas, cargadas de fuegos artificiales de todo tipo, en pos de conquistar los cielos con un show a todo colores.

“Una vez que usaste una, querés ir mejorando. No podés volver atrás a un volcán o una metralleta”, sostuvo Kaczka. Para Aguilar, la transición hacia estos productos ha sido natural debido a la facilidad que presentan: “Es lo menos peligroso y lo más lindo. Prendés una mecha, te alejás y te encontrás con varios efectos”.

Una “batería” o “torta”, como se conoce al artículo en forma de caja que contiene varios dispositivos pirotécnicos, pueden tener fuegos que produzcan explosiones con “efecto de pez” (una luz que se mueve como si fueran pequeños peces), luces estroboscópicas o hasta explosiones de luces con formas de sauce o palmeras. Pueden encontrarse con precios desde $ 45 hasta $ 12.500, dependiendo del tamaño y funcionamiento.

Diversión precavida
Al momento de utilizar estos productos, ambos directores sostuvieron que es necesario leer las instrucciones que vienen impresas sobre los productos, certificados por las empresas internacionales donde se manufacturan. Aunque la recomendación pueda parecer obvia, indicaron que si bien solo toma menos de un minuto hacerlo, el jolgorio y la algarabía de las fiestas hacen que se prendan los artículos sin saber cómo se desplegarán, lo que puede generar un accidente.

De acuerdo a Aguilar, siempre existen medidas preventivas que pueden asegurar que no haya accidentes durante las fiestas. Sobre el manejo de pirotecnia grande, como las baterías, en primer lugar indicó que deben ser encendidas en un espacio abierto, preferentemente alejados de los árboles. Antes de encenderlos, se deben asegurar con piedras o elementos pesados a los costados, de manera que no se muevan una vez prendidos.

Si el artículo no prende, se debe esperar cerca de cinco minutos para luego acercarse y arrojar agua. De esta manera se evita una explosión accidental.

Nunca faltan
A pesar de la reciente predilección de los compradores por los grandes espectáculos de luces y ruidos de las tortas, los fuegos artificiales más clásicos todavía se mantienen entre las principales ventas, señalaron ambos responsables. Bengalas, cañitas voladoras, volcanes, mariposas y los infaltables “chaski boom” siguen apareciendo en las manos de grandes y pequeños, quienes muchas veces no logran esperar hasta la hora cero para encenderlos.

Para Aguilar, quien trabaja desde hace 36 años en el sector, la pasión de los uruguayos por los fuegos artificiales nunca se apagará: “Les das algo para materializar su festejo. No es nada más que eso. Cambian los estilos pero siempre se mantiene la tradición”.