El verano es el momento del año donde recibimos más mails automáticos con mensaje “No estoy en la oficina” que en el resto del año.
Configurar ese mensaje cuando nos vamos de vacaciones es el materialismo mismo del desenchufe laboral.
Del mismo modo cuando nos toca deshabilitar el mensaje automático, parece que no queremos sacudirnos la arena y comenzar a gestionar la enorme cantidad de mails que llegaron a la bandeja de entrada.
Pero en algún momento hay que hacerlo, involucrarnos nuevamente en los temas que requieren solución, enterarse qué pasó con los pendientes que dejamos y si no surge naturalmente, buscar un buen motivo que nos haga volver al trabajo al día siguiente.
Y cuando creemos que lo hemos superado, llegamos a la oficina y como un karma encontramos varios artículos que justifican argumentativamente la depresión post vacaciones.
Este año me prometí no leer ninguno de estos artículos, solo por no profundizar en la nostalgia que me genera el recuerdo de la arena tibia en los pies.
Pero luego pensé que esa nostalgia, que definitivamente no es exclusivamente mía, podía convertirse en una oportunidad.
En Comunicación, esto se llama Comunicación Asertiva.
Se trata de no ser pasivo y simplemente dejar que las cosas pasen, actuar pero sin ser dramático o agresivo ante la situación que se presenta.
¿Podemos entonces transformar el bajón del primer día de trabajo luego de las vacaciones, en una oportunidad?
Cada vez hay más empresas con capacidad de atender, gestionar y transformar estas situaciones con pequeñas acciones.
¿Qué pasaría si la empresa se adelantara a la vuelta a la actividad laboral y nos diera una grata sorpresa? ¿Si nos recibiera con jugos en la mañana y ofreciera un aperitivo al mediodía?
Qué tal si sobre el escritorio del que recién llega, espera un rico café-da-manhã. ¡O mejor! Si el día anterior, la empresa te envía un mensaje diciendo: “como te esperamos con tu mejor sonrisa podés tomarte un día más de licencia”.
Probablemente el peor día del año pase a ser el mejor instantáneamente.
Posiblemente no todas las empresas tengan capacidad de generar acciones de este tipo.
Pero en cualquier caso, lo que quiero plantear es que en esta nueva modalidad de empleo que estamos viviendo, las empresas jóvenes tienen la posibilidad de establecer una comunicación asertiva desde el comienzo.
Este es simplemente un ejemplo, porque el momento del año me trae hasta acá, pero siempre es oportuno tener la capacidad de ser asertivos, escuchar activamente, generar empatía y transformar un problema en una oportunidad.
*Coordinadora de graduados de la Universidad ORT
@AnaLauraTrias
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