El jefe de una de las familias sirias, que llegaron a Uruguay como refugiados a fines del año pasado, se roció el cuerpo con combustible a modo de protesta cuando se encontraba manteniendo una reunión con funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos y un representante de la agencia de ONU para los refugiados (Acnur), confirmó a El Observador Javier Miranda, director de DD.HH. de Presidencia.
Tras dos horas de intercambio, la reunión se volvió tensa y derivó en agresiones a los funcionarios y el incidente con la nafta, por lo que se presentó una denuncia policial.
Según un comunicado de la Secretaría de DD.HH, la reunión fue motivada por "la inquietud del jefe de familia de obtener una visa para trasladarse e instalarse en otro país junto su familia". Cuando el equipo del Programa de Reasentamiento de Familias Sirias "volvió" a explicarle que Uruguay "no está capacitado para otorgar visas de entrada a otro país", ya que es una potestad del país en cuestión.
En ese contexto, se produjo una situación tensa en la que hubo agresiones por parte del refugiado hacia los funcionarios que intentaban explicar su inquietud, relató Miranda a El Observador. "No hubo golpes", detalló el jerarca, pero informó acerca de la denuncia que presentaron los funcionarios ante la Policía de Juan Lacaze. Miranda señaló que el tema quedó a consideración de la Justicia.
"El hombre se roció con nafta para presionar. Pero no pasó a mayores y ya está más tranquilo", dijo a la agencia estadounidense Asociated Press el responsable de comunicación del Ministerio del Interior, Fernando Gil. Más allá de la extrema medida de protesta, no se pudo determinar si el refugiado tenía el propósito de prenderse fuego.
La agencia de noticias cita el testimonio de uno de los hijos del hombre. Este asegura que su familia, que vive en Juan Lacaze en el departamento de Colonia, continúa disconforme con la propuesta del gobierno.
Las cinco familias sirias que llegaron al país en el marco de una iniciativa del expresidente José Mujica, protestaron en el mes de setiembre frente a Torre Ejecutiva, acampando durante cuatro día en la Plaza Independencia. Reclamaban ser enviados de vuelta al Líbano ya que Uruguay les resulta caro y con pocas oportunidades para ellos.
El gobierno logró llegar a un preacuerdo para que se desactivara la protesta en Plaza Independencia pero aún no ha trascendido si se ha llegado a un nuevo acuerdo que contemple los reclamos presentados por los jefes de las familias.
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