Relación de fuerzas en Comisión de Ética empaña debate entre blancos

La designación por cuota política de los integrantes de la Comisión de Ética del Partido Nacional tiñe la discusión entre los sectores y pone un manto de dudas respecto a la justicia de las decisiones que deberá tomar ese organismo por las conductas del intendente de Soriano, Agustín Bascou y del diputado Wilson Ezquerra.

Los organismos de conducción de los blancos definen su composición en base al resultado de la última elección interna, para resolver la representatividad en función de los votos recibidos.

Esa situación determinó, por ejemplo, que la presidencia del Directorio le fuera concedida al más votado que fue Luis Lacalle Pou, quien declinó asumir para dedicarse a la campaña en los comicios nacionales.

La Comisión de Ética se formó entonces con tres representantes del grupo de Lacalle Pou, y los otros dos fueron impulsados por el grupo de Jorge Larrañaga (Juntos).

Esa relación de poder en la Comisión –si bien en el partido no se cuestiona la honorabilidad de sus integrantes– es motivo de reparos por parte de los larrañaguista quien dice que puede influir a la hora de adoptar una decisión.

Consultado por los medios que lo fueron a buscar a la Casa de los Lamas donde el Movimiento Nacional de Rocha organizó un congreso sobre ética, el senador fue claro. "Yo personalmente me apartaría del cargo, y seguramente (en el lugar de Bascou) ya hubiera renunciado", afirmó.

Esa posición lo dejó directamente enfrentado con el jefe político del otro sector grande de los blancos, el senador Larrañaga quien defendió "la honradez" del intendente.

Larrañaga declaró este domingo a El Observador que se siente "apenado" por las declaraciones de su colega y agregó que "no ayudan a la unidad y a la institucionalidad del partido". Larrañaga insistió acerca de que "con esas declaraciones (de Lacalle Pou) se le quita fuerza al Directorio y a la Comisión de Ética" que deberá decidir la suerte de Bascou.

El diputado Pablo Abdala (Juntos), dijo este lunes a El Observador que los cinco integrantes de la Comisión de Ética son personas "intachables" que tienen "el perfil indicado para desempeñar ese cargo". No obstante, sostuvo que "los nuevos escenarios políticos pueden ser condicionantes para la Comisión". Y el senador Guillermo Besozzi (Juntos) fue más allá y en declaraciones al diario digital Agesor, reclamó la disolución de la Comisión de Ética.

"Es una falta de respeto a los propios integrantes a los que le depositemos la confianza para que actúen", dijo en relación a que las declaraciones de Lacalle Pou parecen haber laudado la postura de su sector.

Lo que está en duda para el sector Juntos, es el "debido proceso" al que son sometidos, por voluntad propia, dos de sus integrantes.

Las miradas se vuelvan en estas horas hacia la Comisión de Ética, cuyo fallo será "determinante", según lo reconocen dirigentes consultados por El Observador.

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La Comisión de Ética deberá decidir si el intendente Bascou, que pertenece a Juntos, procedió mal al permitir que la intendencia que dirige le comprara combustibles a una estación ANCAP de su propiedad, habiendo otra a 100 metros de distancia, también habilitada por el Sistema de Control Vehicular (Sisconve).

Los ediles del Frente Amplio intentaron someterlo a juicio político pero no tuvieron los votos en la Junta Departamental de Soriano.

En el Partido Nacional, lo ocurrido con el intendente dividió las aguas. Lacalle Pou, la senadora Verónica Alonso y la intendenta Adriana Peña (Lavalleja) reclamaron que de un paso al costado. Por el contrario, Larrañaga, Besozzi y el intendente Sergio Botana (Cerro Largo), respaldaron al jefe comunal de Soriano.

El Comité de Ética también deberá resolver sobre el diputado Wilson Ezquerra, quien el 5 de agosto, manejando alcoholizado, atropelló a una señora con su camioneta. Ezquerra pidió al Parlamento que le levante sus fueros para someterse a la justicia, sin inmunidad.