Los extremistas del Estado Islámico fueron desplazados por el ejército sirio y liberaron la ciudad arqueológica de Palmira, que estaba en sus manos desde hacía diez meses. Los expertos estiman que la reconstrucción de este lugar, Patrimonio de la Humanidad, tardará años o incluso será imposible.
Maamun Abdelkarim, responsable de Antigüedades y Museos de Siria, afirmó ayer a la agencia AFP que se necesitarán cinco años para rehabilitar los monumentos destruidos o dañados en Palmira. Y esto si se cuenta con la aprobación de la Unesco.
"Tenemos el personal cualificado, tenemos los conocimientos y los estudios, pero desde luego es necesario el visto bueno de la Unesco y podremos comenzar los trabajos en un año", indicó el responsable. Conocida como "la perla del desierto", Palmira tiene más de 2.000 años de antigüedad. Forma parte del patrimonio mundial de la Humanidad de la Unesco.
Además de la ciudadela del siglo XIII, dañada durante los combates por la captura de la ciudad, los yihadistas destruyeron los templos de Bel y Baalshamin, el Arco de Triunfo y algunas torres funerarias, así como el León de Al Lat.
Abdelkarim subrayó no obstante que "80% de las ruinas antiguas estaban en buen estado".
"Mis colegas llegaron a Palmira y les pedí que procedieran a una evaluación del estado de las piedras y de la ciudad vieja. Están fotografiando y documentando los daños, y luego la restauración podrá empezar", explicó.
Según él, "nada ha sido robado" gracias a la presión de la población de la ciudad.
En cambio, Annie Sartre-Fauriat, miembro del grupo de expertos de la Unesco para el patrimonio sirio, duda sobre "la capacidad de reconstruir Palmira", a la luz de las destrucciones y los saqueos en el lugar, "devastado" por el Estado Islámico.
"Todo el mundo se entusiasma porque Palmira ha sido 'liberada' entre comillas, pero no se tiene que olvidar todo lo que fue destruido y la catástrofe humanitaria del país. Estoy perpleja de la capacidad, incluso con la ayuda internacional, de reconstruir Palmira", indicó a la AFP esta historiadora especialista en Medio Oriente, miembro del grupo de expertos constituido por la Unesco en 2013 sobre el patrimonio sirio.
"Cuando oigo decir que se va a reconstruir el templo de Bel, me parece ilusorio. No se puede reconstruir algo que se encuentra en un estado de escombros y de polvo. ¿Construir qué? ¿Un templo nuevo? Habrá quizás otras prioridades en Siria antes de reconstruir las ruinas", observó.
Según las fotografías, "los personajes de las cubiertas de los sarcófagos fueron martilladas, todas las estatuas derribadas, decapitadas, rotas...", describió la experta. Las placas funerarias, típicas de Palmira, "fueron arrancadas de forma salvaje de las paredes, probablemente para ser vendidas por el EI en el mercado del arte", precisó.
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