Revolución digital reduce empleo y producción en imprentas locales

De acuerdo a un informe creado por la gremial, su sector, compuesto por 721 imprentas ocupaba en 2012 entre 5.000 y 6.000 personas, ha vivido una caída del orden de 42% para el 62% de las empresas relevadas de la industria y una pérdida de entre 1.150 y 1.800 empleos.

La situación del mercado, que en 2012, ante el estreno de la factura electrónica, el bloqueo argentino a los productos gráficos, y la creciente invasión de medios digitales, ya era catalogada como difícil en aquel entonces. Hoy en día lo es más, destacaron representantes del sector. El presidente de AIGU, Daniel Gutierrez, el presidente de AIGU dijo a El Observador que están ante un panorama “preocupante”.

“Lamentablemente a este problema, se suma la desprotección total de nuestro sector con la entrada indiscriminada de productos impresos desde China y desde Argentina, con trabas del vecino país al comercio en general (Argentina es el destino natural de las exportaciones gráficas uruguayas), y una diferencia cambiaria en relación al dólar con Brasil que dejan fuera de competencia toda actividad comercial. Todos estos hechos anulan la posibilidad de volcar al exterior la capacidad productiva desempleada”, escribieron los gráficos al ministro Kreimerman en misiva fechada el 12 de junio de 2014. Acusando también “competencia desleal con empresas que reciben exoneraciones impositivas”.

Algunos de los pedidos que los gráficos hicieron al MIEM en más de una oportunidad y que dicen no haber recibido respuesta, consisten en medidas especiales de seguro de desempleo y facilitar la jubilación anticipada, atender la situación del personal de edad mediana con planes de reconversión laboral, reducción temporal de los aportes patronales del sector, políticas sectoriales activas en compras estatales, análisis del bloqueo realizado por Argentina, exoneraciones impositivas temporales, apoyos gubernamentales a la reconversión por vía impositiva, líneas especiales de crédito y elaboración de programas subvencionados.

Trabajos que anteriormente eran buena parte de la facturación anual como revistas empresariales, catálogos, memorias de bancos y libros para congresos dejaron de hacerse en proporciones importantes. “Todo esto fue sustituido por distintas plataformas digitales”, comentó a El Observador el propietario de una imprenta de 10 empleados.

Para algunos imprenteros, a la revolución digital se le suma también una situación coyuntural desfavorable; algunos comentaron que es una mala señal para la economía en su conjunto que las empresas dejen de gastar en la parte gráfica.

El impacto de la factura electrónica, que en primera instancia fue sentido por imprentas mayores, provedoras de las grandes superficies, será trasladado a las imprentas más chicas en 2015, cuando siguiendo al cronograma de la DGI, se unan 10.000 pequeñas y medianas empresas.

De acuerdo a cifras manejadas por AIGU en 2012, 62% del negocio de las imprentas es imprimir facturas. En algunas más chicas, el porcentaje aumenta al 90%.

EMPLEOS. Un relevamiento de la Asociación de Gráficos estima que ya perdieron su trabajo entre 1.150 y 1.800 empleados de la industria por digitalización.