La cantautora uruguaya Rossana Taddei, que acaba de concluir su primera gira en España, país de origen de su adorada Martirio, reconoce que se divierte "mucho" en el escenario y eso es lo que ha transmitido en sus tres actuaciones madrileñas.
"Me divierto mucho, tengo un perfil bastante lúdico, quiero siempre mantener la frescura de la infancia, que fue un momento precioso", explica a Efe.
Taddei (Montevideo, 1969), conocida por su "fusión", como ella dice, de estilos que van del pop al jazz pasando por el folclore latinoamericano, presentó en Madrid parte de sus dos últimos discos, "Sic transit" y "Feliz", en una versión "minimal mambo" (sólo con el percusionista Gustavo Etchenique) de su habitual banda.
"Venimos tocando así hace tiempo ya en Rocha (este de Uruguay), porque en la zona del Cabo Polonio no hay electrificación", comenta Taddei, quien define ese lugar de la costa atlántica, conocido por la belleza de sus dunas y declarado recientemente Parque Nacional, como "divino".
Esta "show-woman", desde el escenario, además de cantar y tocar la guitarra, interactúa con el público, mientras hace volar burbujas de jabón, se pone bisutería con luces de colores o una flor en la melena, elementos todos que guarda en un maletín rojo.
"Me importa nada qué piensen los demás o el tema del ridículo, desde muy niña no me interesó. La música te permite eso y la educación física también", asevera Taddei, licenciada en esta última disciplina, que ahora no ejerce por incompatibilidad de horarios.
Quizá por esa presencia tan auténtica sobre las tablas, esta cantautora, que también es artista plástica, ha publicado un libro de cuentos y tiene en su haber la musicalización de una obra de teatro, es comparable con la española Martirio, a la que considera "una grande".
"Ella es una tremenda cantante, con personalidad, otra que se le cae la cédula", comenta Taddei, quien bromea con que se puede "morir" si alguna vez hiciera un dúo con ella, aunque tiene claro que jamás se adentraría en el mundo del flamenco.
"Tendría que aprender, empezar de nuevo, nacer acá. Eso se lleva en la sangre, es como el candombe. Sería hermoso pero yo respeto mucho la raíz", asevera.
Preguntada sobre el papel de las mujeres en la música de su país, Taddei apunta como tres grandes voces "con un perfil muy marcado" a Estela Magnone, Laura Canoura y Mariana Ingold y reconoce que, aunque pueda existir machismo en la sociedad, "cada uno se pone en su lugar y pone en su lugar al otro".
Otras dos mujeres, la argentina Alfonsina Storni y la suiza Prisca Agustoni, ocupan ahora su tiempo, porque está terminando de preparar su próximo disco, que grabará en italiano y estará basado en poemas de autores de la región suiza de Ticino, donde ella vivió hasta 1981.
"Alfonsina era suiza y me faltaba otra poeta ticinesa; ahora encontré a Prisca, que vive en Brasil. Me interesó mucho su obra, aunque todavía no sé si incluiré algo de ella", explica Taddei sobre su nuevo proyecto, del que no quiso desvelar su título.
Y a la espera de editar en España sus dos discos más recientes y poder actuar en mayo con todo su grupo, Rossana Taddei sigue disfrutando y ofreciendo diversión desde el escenario.
(EFE)
