"Veinte años, se dio el parto", comentaron ayer dos autoridades del Hospital
Pereira Rossell luego de la inauguración del nuevo CTI neonatal y un block quirúrgico para maternidad. Para su acondicionamiento se invirtieron $57 millones, en la compra de incubadoras de "altísima generación", calefacción, salas de preparación anestésica, nuevas tecnologías que posicionan al centro en la referencia nacional en materia de maternidad y cuidados críticos en neonatos.
Hasta ahora los recién nacidos que necesitaban ser operados eran trasladados desde cuidados intensivos o las habitaciones normales al edificio pediátrico, unos 200 metros, en ambulancias, y muchas veces por falta de camas hacia instituciones privadas. "Eso conlleva muchos riesgos", manifestó la ministra interina de
Salud, Cristina Lustemberg. "Más a nosotros que tenemos pocos nacimientos", agregó. Lograr su construcción llevó 20 años.
El presidente
Tabaré Vázquez visitó las nuevas instalaciones, previo a su inauguración. "Me voy impresionado. La parte quirúrgica es un adelanto increíble", manifestó Vázquez luego de la recorrida, según declaraciones recogidas por El Observador. "Reconforta trabajar así", acotó la ministra interina de Salud Pública, Cristina Lustemberg.
Todas las autoridades presentes coincidieron en la importancia del hospital que es referencia a nivel nacional, donde nacen gran cantidad de los bebés -el 40% de los que nacen en ASSE- y se forman profesionales para todo el país. "No solamente es el hospital más grande, la maternidad más grande, sino que también se aprenden cosas que no se aprenden en otros lados, como patologías o enfermedades", manifestó la presidenta de la Administración de Servicios de Salud del Estado, Susana Muñiz.
A partir de la semana que viene comenzará a funcionar el CTI neonatal más grande del país en ese centro asistencial, que lo posiciona a la vanguardia incluso comparándolo con centros privados de salud, expresó Lustemberg.