Se fracturó el gobierno blanco en San José y asoma Chiruchi

Las diferencias internas del Partido Nacional en el departamento de San José llegaron a un punto de no retorno este martes, luego de que el intendente José Luis Falero (Todos) –referente de Luis Lacalle Pou– decidiera expulsar de su gabinete a los tres miembros que responden a Jorge Larrañaga (Juntos) que ocupaban cargos de confianza: el director de Gestión Ambiental, Yarwynn Silveira, el director de Cultura, Juan Carlos Barrero, y el subdirector de Cultura, Fernando Menéndez.

Los tres jerarcas pagaron el precio de un nuevo desencuentro entre los sectores mayoritarios del Partido Nacional. En el caso de San José, las desavenencias entre las agrupaciones de Lacalle Pou y Larrañaga quedaron expuestas el pasado 21 de setiembre, cuando los seis ediles de Juntos no dieron sus votos para aprobar un préstamo de $ 65 millones que la administración de Falero había solicitado al Banco República.

Finalmente, la moción fue aprobada con los votos del Frente Amplio, pero aquella sesión marcó un jalón importante de un proceso de resquebrajamiento de los vínculos entre los dos grupos nacionalistas.

De hecho, la actitud de la bancada de ediles larrañaguistas contó en todo momento con el apoyo y asesoramiento del senador Carlos Camy, oriundo de San José y referente de la agrupación en el departamento. Camy dijo a El Observador que la decisión que tomó Falero "es una expresión de autoritarismo inadmisible", que "se parece más a una actitud de patrón de estancia que a una actitud de un intendente".

El senador blanco, quien también es primer suplente de Falero en la comuna, agregó que la expulsión de los tres jerarcas no solo tendrá consecuencias a nivel del gobierno departamental, sino que también perjudica a todo el Partido Nacional y al relacionamiento entre sus dirigentes. "No contribuye a la unidad que se pregona por parte del sector de Lacalle Pou", dijo Camy, y añadió que este miércoles se reunirá personalmente con el líder de Todos. "Se está tirando por la borda un gobierno de partido para imponer un gobierno de sector, donde pensás como yo o te vas. Eso no está bien", afirmó.

Falero, por su parte, le quitó dramatismo al tema y dijo que "son situaciones puntuales que existen siempre" en política.

Si bien expresó su "preocupación" por el diferendo, sostuvo que "lo que está sucediendo en el Partido Nacional pasa también en otros partidos".

"De hecho vemos enfrentamientos más duros en el gobierno", sostuvo.

Aunque admitió que le generó "mucho dolor" apartar del cargo a los tres directores de su partido, dijo que no puede permitir "que se pongan por delante intereses que no tienen que ver con la administración". El intendente, que además integra el Directorio del Partido Nacional, se describió como "un hombre de diálogo", y lamentó no haber encontrado respuesta de su contraparte.

Según Camy, eso no fue así y Falero nunca llamó al diálogo.

El senador recordó que el intendente convocó a los ediles de Juntos y les dijo que si no se retractaban del voto iba a echar a los directores. "Y a la salida de la reunión lo declaró públicamente", agregó.

Adriana Etchegoimberry, edila larrañaguista y partícipe de ese encuentro con el intendente, dijo a El Observador que el diálogo "es otra cosa" y que eso fue "una orden".

Consultados sobre si la decisión de Falero pasa a ubicar a Juntos en el mapa de la oposición en San José, tanto Camy como Etchegoimberry manifestaron que el sector seguirá actuando de la misma manera.

"El Partido Nacional, al fin y al cabo, es un partido de hombres libres", concluyó la edila.

Las acusaciones cruzadas entre ambos sectores pusieron sobre la mesa un asunto que aunque distante, ya empieza a permear en el debate: las elecciones departamentales de 2020.

Falero entiende que detrás de la decisión de Juntos se esconden pretensiones electorales. "No le encuentro otra explicación", aseguró.

En San José, un departamento históricamente blanco, ya hay rumores respecto a posibles candidaturas para suceder a Falero, que cumple con los dos períodos consecutivos que habilita la Constitución.

Por eso, el oficialismo ve con sospecha los movimientos de Juan Chiruchi, quien estuvo al mando de la comuna en cuatro períodos (1985-1990, 1990-1995, 2000-2005 y 2005-2010).

Chiruchi, antiguo herrerista, se pasó a filas wilsonistas y los maragatos ya especulan con un posible retorno del lema "Juan vuelve", con el que ganó las elecciones de principios del milenio.

Los rumores de una posible candidatura fueron alimentados por una foto de una reunión entre Jorge Larrañaga, Carlos Camy y Juan Chiruchi, sacada a fines de julio y difundida en la prensa local, que augura una futura alianza.

"No es cierto que se trate de una campaña política. Estamos ejerciendo nuestro derecho de preguntar", aseguró Etchegoimberry y aseguró que, en todo caso, es Falero quien ya está pensando en el próximo intendente.

El larrañaguismo afirma que el actual jerarca ya tiene designada a su sucesora, la actual contadora de la comuna, Ana Bentaberry.