Un joven mayor de edad con antecendentes penales por homicidio y rapiña se fugó este sábado a la hora 15.30 del Centro Rifleros del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa, el exSirpa) donde estaba internado.
"Es un centro pequeño, que tiene solamente siete jóvenes. Era un centro de seguridad. Son pocos funcionarios para cuidar y tienen un área de visualización. Donde están los funcionarios se ve casi todo el centro", destacó la presidenta del Inisa, Gabriela Fulco. "El joven cortó varios barrotes de la reja del techo para lo cual hay que estar un tiempo considerable trepado y luego irse. Tuvo tiempo suficiente", dijo la jerarca a El Observador, quien ordenó una investigación de urgencia para determinar qué sucedió. "De ese mismo centro hubo otra fuga en enero más o menos en las mismas condiciones", agregó.
En Rifleros, el centro ubicado en General Flores y Chimborazo, había otros seis mayores de edad, que fueron trasladados en la noche del sábado. De esa manera, Fulco, clausuró el centro y trasladó a los internos a un centro de la avenida Belloni.
Fulco había reabierto el centro de mayor seguridad de la Colonia Berro para trasladar allí a los mayores de edad que están internados en el sistema. Se trata de jóvenes que cometieron delitos durante su adolescencia y que al cumplir 18 años todavía no saldaron su pena. El centro Ser de la Colonia Berro había sido cerrado por el anterior directorio del Sirpa porque las condiciones edilicias no eran adecuadas para la rehabilitación de los internos.
De los 562 internos que hay en el sistema de reclusión de menores, 155 son mayores de edad, informó Fulco a El Observador en julio del año pasado. Esto implica que uno de cada cuatro internos tiene 18 años o más. La situación "plantea algunas interrogantes para el futuro y algunas propuestas de modificación del Código de la Niñez y la Adolescencia en ese sentido", expresó la directora del Sirpa en ese momento. "Nosotros consideramos que el sistema tiene que estar acotado a los menores de edad", agregó.
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, concuerda con Fulco en la necesidad de que los mayores deben estar recluidos en otro sistema diferente a uno para menores infractores.
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