Inmigrantes pasan la alambrada en la frontera entre Hungría y Serbia

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Se levantan muros ante la falta de respuesta a crisis migratoria

Francia e Italia proponen dar refugio, Alemania no da abasto y Hungría construye una valla
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31 de agosto de 2015 a las 05:00
Cientos de migrantes siguieron pasando ayer desde Serbia a Hungría, pese a la valla levantada por el Ejército, mientras varios dirigentes europeos instaban a actuar frente la crisis tras la tragedia del camión abandonado en Austria con decenas de muertos en su interior.

El primer ministro francés y los jefes de la diplomacia de Francia e Italia pidieron actuar rápidamente para la concesión del derecho de asilo a los refugiados, mientras Berlín, Londres y París solicitaban una reunión ministerial en las dos próximas semanas "para avanzar de forma concreta" ante la crisis migratoria.

En un comunicado conjunto, la ministra del Interior británica, Theresa May, y sus homólogos francés y alemán, Bernard Cazeneuve y Thomas de Maiziere, recordaron "la urgencia de instaurar, a más tardar a finales de año" unos "hot spots" –centros en los que se distinguen los refugiados de los migrantes económicos clandestinos–, en Grecia y en Italia. Los tres ministros también exigieron la elaboración de una "lista de los países de origen seguro" para "completar el régimen de asilo europeo común, proteger a los refugiados y garantizar la efectividad del regreso de los migrantes ilegales a sus países".

Italia convertirá la obtención de un derecho de asilo europeo en la "batalla de los próximos meses", afirmó el primer ministro Matteo Renzi.

Los migrantes que "huyen de la guerra, las persecuciones, la tortura, las opresiones, deben ser acogidos", afirmó de su lado este domingo el primer ministro francés, Manuel Valls. En este contexto, los ministros del interior de la Unión Europea (UE) mantendrán una reunión de urgencia el 14 de setiembre en Bruselas.

"Con el objetivo de evaluar la situación sobre el terreno, las acciones políticas en curso y discutir nuevas iniciativas que refuercen la respuesta europea, el ministro de Inmigración y Asilo luxemburgués, Jean Asselborn, decidió organizar un consejo JAI (Consejo de Justicia y Asuntos de Interior) extraordinario", indicó en un comunicado. Luxemburgo ejerce la presidencia rotativa de seis meses de la UE.
El papa Francisco denunció la muerte de los 71 migrantes –probablemente sirios– descubiertos en un camión abandonado en una autopista del este de Austria y pidió "una cooperación eficaz" contra "crímenes que ofenden a la humanidad entera".

Pasar la alambrada

Cientos de migrantes siguieron cruzando ayer desde Serbia a Hungría, a pesar de que las autoridades húngaras completaron la instalación de una valla de 175 kilómetros de largo y un metro de altura en la frontera.

Sin embargo, eso no impidió que cerca de 200 personas cruzaran la frontera al amanecer, según informó un periodista de la AFP. Por su parte, la Policía indicó que 3.080 refugiados entraron a Hungría el sábado. Por esta razón, las autoridades húngaras continuarán con la construcción de una segunda valla, más sólida y de cuatro metros de altura, que esperan concluir en noviembre.
Este domingo, pocos se deslizaban por debajo de la alambrada en la que se podían ver jirones de ropa. La mayoría pasaba por la vía férrea donde no se levantó ninguna valla y los trenes pasan muy lentos.
Las autoridades húngaras instalaron tiendas de campaña, baños móviles y contenedores de basura para los migrantes. A su llegada se les conduce a un campo de registro para refugiados. También se podía ver a miembros de las fuerzas especiales de la Policía bordeando los campos con sus pastores alemanes.

En Budapest, la Policía detuvo a un quinto sospechoso, un búlgaro, en el marco de la investigación sobre el camión abandonado en Austria, anunciaron ayer las autoridades.
Cuatro hombres –tres búlgaros y un afgano– fueron detenidos el viernes y la Justicia los acusa de ser los "pequeños ejecutores" de una banda de tráfico de seres humanos.
En la víspera, la Media Luna Roja libia indicó que al menos siete cuerpos yacían en la playa de Joms, a unos 120 kilómetros al este de Trípoli, tras un nuevo naufragio frente a las costas del país africano.

Criterios dispares

A medida que las víctimas aumentan, también lo hacen las críticas a las dispares leyes europeas y a las estrategias para enfrentar la llegada de inmigrantes.

Mientras algunos gobiernos europeos rechazan aceptar refugiados y se resisten a las propuestas de la UE de acordar un plan común para hacer más por combatir la crisis. Otros están intensificando sus políticas de asilo y la seguridad fronteriza, a veces debido al creciente sentimiento nacionalista y contra la migración.

El ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, acusó a los países del este de Europa, principalmente a Hungría de tener una política "escandalosa" en torno a los refugiados.

Por su parte, Alemania dijo ayer que Berlín y algunos otros estados de la UE no pueden seguir recibiendo una cantidad desproporcionada de refugiados y llamó a otros estados miembro a hacer más para abordar la situación. Alemania espera que el número de inmigrantes que reciba se cuadruplique a casi 800 mil este año. Dos jefes de gobierno estatales dijeron el fin de semana que el total podría incluso alcanzar el millón de personas. (AFP, Reuters, EFE)

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