De forma muy ágil se vendió toda la oferta de vientres y toros
Angus de cabaña Santa Teresa del Cebollatí –de Mario Sommaruga– este lunes en
Minas.
Con el martillo Zambrano & Cía en manos de Gerardo Zambrano se obtuvieron los siguientes precios máximo, mínimo y promedio por los toros: tres PI colorados US$ 4.200, US$ 2.760 y US$ 3.280; 22 PI negros US$ 3.720, US$ 2.400 y US$ 2.994,55; y siete SA US$ 4.200, US$ 2.400 y US$ 2.897,14. Los 32 reproductores promediaron US$ 3.000.
Las vacas: 12 PI vacías US$ 1.200, US$ 960 y US$ 1.040; 10 PI paridas US$ 1.680, US$ 1.080 y US$ 1.536; 23 PI preñadas US$ 1.440, US$ 1.080 y US$ 1.249,57; y cinco PI coloradas preñadas US$ 1.440, US$ 1.200 y US$ 1.284.
"Vendimos todo y rápido", dijo el rematador al ser consultado por El Observador. "Nosotros venimos muy bien con la zafra. Este año el mercado arrancó muy dubitativo, con compradores selectivos, con precios cautos, sin compradores de volumen, pero lo importante es que los toros se van vendiendo", comentó.
Luego analizó que los precios son algo inferiores a los del año pasado, pero de todos modos la diferencia no es tan grande como la que se esperaba. Hasta el momento las cotizaciones se ubican en el entorno de 7% por debajo del año pasado, consideró.
El rematador afirmó que es muy importante el trabajo del cabañero para la venta de los toros en el
remate. "El que trabaja todo el año con sus clientes tiene un resultado, pero para el que se acuerda del remate el mes anterior es mucho más difícil. También los remates tradicionales en general son mejores que los nuevos, porque ya están impuestos y tienen su clientela. Sin embargo, los nuevos son más complicados", reconoció.
Zambrano consideró que la zafra irá de menos a más, con un interés por toros que se irá incrementando. Pero insistió que lo más importante es que toda la oferta se vaya vendiendo.