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Secuestradores de Milvana Salomone denuncian violaciones a sus DDHH

Jorge Vázquez, reconoce que es un sistema de control "estricto" pero asegura que "están en buenas condiciones"
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16 de septiembre de 2015 a las 14:42

La vida en el quinto piso de Cárcel Central es una vida de restricciones abusivas, según sus residentes. Reclusos que fueron procesados por delitos como secuestros e incluso homicidios denuncian que las condiciones en las que viven día a día su condena transgreden sus derechos humanos y que, paradójicamente, los han convertido en víctimas del sistema carcelario.

Falta de servicios sanitarios, incomunicación con familiares y abogados, restricciones en las salidas al patio, problemas de higiene y dificultades para acceder a medicamentos, son algunas de las situaciones que los abogados de los presos detallaron en una denuncia presentada ante el Instituto Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) y el Comisionado Parlamentario para el Sistema Carcelario a principio de julio, según informó este miércoles el programa radial En Perspectiva.

En el piso viven más de 20 presos en régimen de aislamiento, entre los que se encuentran los procesados por el secuestro de la médica Milvana Salomone. Según las denuncias, las condiciones son preocupantes al punto de concluir en cuatro intentos de suicidio, dos traslados al Hospital Vilardebó y una huelga de hambre seca.

Los reclusos dicen que son obligados a hacer sus necesidades en recipientes que luego son vaciados en un pasillo ante la ausencia de un sanitario. Denuncian que cuentan con una sola muda de ropa (uniforme carcelario) la cual cambian una vez por semana y que no tienen acceso a abrigo. Otros sostienen que han salido al patio una sola vez durante media hora y con los grilletes puestos, en los casi dos meses que llevan presos; o que se vieron obligados a abandonar tratamientos médicos ya que no les permitían recibir medicamento.

Régimen estricto

Consultado por El Observador, el subsecretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez, dijo que las celdas donde habitan los presos "están en buenas condiciones" y que no le consta "que haya ninguna denuncia concreta que no haya sido atendida".

"El sistema es progresivo hacia un lado u otro. Si entran en plan de rehabilitación, con un comportamiento adecuado y demuestran que tienen interés de estudiar o trabajar, van a un sistema de mayor libertad. Si por el contrario reinciden en su conducta, con penas graves o muy graves, van a un sistema de mayor aislamiento solos en las celdas y con menos acceso a cosas", subrayó.

Si bien admitió que es un régimen de reclusión "más estricto", aseguró que esto solo afecta a los presos en términos de acceso a la información o la frecuencia de visitas.

"Dentro de los derechos que tienen como privados de libertad, lo único que tienen prohibido es la libertad. Pero además no tienen acceso a algunos beneficios como radios, televisión o visitas más seguido (...) Lo demás está en el régimen de los demás detenidos en la cárcel", agregó.

Sobre las denuncias de higiene y salubridad, Vázquez negó que los reclamos sean ciertos. Dijo que "no tendrán una habitación privada con baño pero sí tienen acceso" al sanitario. Lo mismo respecto al abrigo y medicinas. Dijo que todo "está contemplado" por el sistema y que "si piden ropa se les da". Respecto a las salidas al patio, aseguró que se trata de un régimen especial dado que el establecimiento no cuenta con espacios amplios, como sucede en otras cárceles.

Las condiciones en que se desarrolla el régimen de aislamiento son definidas por el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) en sintonía con políticas que establezca el ministerio, aseguró Vázquez. El Observador intentó comunicarse con el director del INR, Luis Mendoza, pero este optó por no dar declaraciones sobre el tema.

Según En Perspectiva, las instituciones que recibieron la denuncia realizaron visitas al centro de reclusión en las que constataron la situación descrita por los presos. Si bien ambas intentaron transmitir su preocupación al ministro de la cartera, Eduardo Bonomi, aseguraron no haber recibido una respuesta. Asimismo, el Comisionado Parlamentario fue obligado a suspender las visitas carcelarias ante una notificación verbal de la secretaría del Senado.

"Son medidas de reclusión pero no con intención de torturar, ni estigmatizar ni denigrar. El espíritu es dar una condición especial porque son individuos considerados peligrosos por el delito que cometieron y su grado de violencia", sostuvo el vocero del ministerio, Fernando Gil, al ser consultado por El Observador.

Nuevo módulo

Luego de que la Justicia procesara con prisión a los secuestradores de la médica Milvana Salomone, el director nacional de Policía, Julio Guarteche, y el jefe de Policía de Montevideo, Mario Layera, anunciaron la apertura de un módulo especial para quienes cometan el delito de secuestro dentro de la cárcel de Santiago Vázquez (Comcar).

Con esta iniciativa se apunta a impedir que los criminales intercambien información con otros presos y por lo tanto evitar la propagación de este delito.

Vázquez dijo que las obras continúan y que si bien ya se han recuperado varios módulos para la creación del nuevo establecimiento, esperan que el espacio quede pronto para su uso el año próximo.

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