Secundaria refuerza enseñanza de la lengua para mejorar resultados

Bajo la premisa de que el conocimiento de la lengua es la base de todo aprendizaje, el Consejo de Educación Secundaria (CES) trabaja en la elaboración de estrategias que permitan mejorar la enseñanza del idioma.

En ese marco, las autoridades están dispuestas a que en los próximos años dicha asignatura adquiera un especial relieve en todos los liceos del país. Así es que Idioma Español será una materia clave en el curso de preparación para la vida liceal que Secundaria impartirá a partir de 2016 a todos los alumnos de primer año.

Los cursos de iniciación a la vida liceal se extenderán durante las dos primeras semanas de clase y tendrán como objetivo "vigorizar la integración" de los nuevos liceales con el nuevo centro educativo, promover experiencias que favorezcan el desarrollo de habilidades afectivas, académicas y sociales y producir información que permita diagnosticar sobre las competencias comunicativas, afectivas y sociales, según señala el documento Iniciando la vida liceal, elaborado por la Dirección de

Planeamiento y Evaluación Educativa del CES.

La propuesta surge como herramienta para atacar una de los principales dificultades que enfrenta el sistema educativo: el pasaje de la escuela al liceo.

Las cifras oficiales demuestran que en ese tránsito el sistema pierde a un tercio de los alumnos que egresan de la Primaria.

Durante los días que dure el curso, los alumnos asistirán a actividades lúdicas y educativas que los ayudarán a familiarizarse con la nueva etapa. Además, serán evaluados pedagógicamente para que los docentes tengan un mayor conocimiento de sus estudiantes, y puedan observarlos en su comportamiento para obtener rasgos sobre su personalidad, como el modo en que se relaciona con sus compañeros. También deberán responder una encuesta sobre condición sociodemográfica, intereses y motivaciones.

En la planificación pedagógica para esos días, el documento del CES dispone dar especial relevancia a la enseñanza del idioma español, al destacar la transversalidad de la asignatura a todos los actores del centro. Para eso, se aconseja que el profesor de lengua se convierta en "protagonista" dentro de la vida del centro, trabajando no solo con los estudiantes, sino también con sus pares. Con ese objetivo, el Programa de Lectura y Escritura (ProLee) diseñó un cuaderno para el profesor y otro para el alumno con propuestas específicas para el área de lengua.

Daniel Guasco, consejero del CES, dijo a El Observador que esa estrategia es parte de "un trabajo preparatorio de un cambio cultural, que no es solo de Secundaria, sino también de Primaria". Explicó que los consejos están trabajando juntos para mejorar los niveles de lectura y comprensión lectora de los estudiantes. Además, expresó que esa política no quedará reducida a los primeros 15 días de clase de los alumnos de primer año, sino que se extenderá durante toda la vida liceal.

El jerarca manifestó que es necesario que los alumnos "tengan incorporado en su vocabulario la cantidad de palabras adecuada para su edad". Explicó que eso constituye un condición imprescindible para mejorar los resultados educativos en todas las áreas. "Cuánto más rico es el lenguaje, mejor será el aprendizaje", resaltó.

Los resultados de las pruebas PISA de 2012 arrojaron que casi 50% de los estudiantes uruguayos se

encuentran por debajo del umbral de competencias en lectura. En tanto, 24% se ubicó en los niveles básicos y ninguno en el nivel más alto.

Para cambiar esa realidad, el documento plantea que la sala de Español se convierta en "una colaboradora de primer nivel", impulsando las prácticas correctas del idioma entre los demás docentes. A modo de ejemplo, menciona el repaso de la última ortografía de la Real Academia Española.

"Esta acción es trascendente por lo que significa la incorporación del estudio de la lengua en el proyecto de centro". De esa manera –se especifica– "la institución comenzaría a constituir una unidad de observación sobre la realidad lingüística de los estudiantes y de los docentes".

En primera instancia la idea de Secundaria fue crear un aula cero, destinado a aquellos alumnos que, al egresar de la escuela, no estaban preparados para ingresar al liceo. El sistema establecía que los estudiantes que llegaran a educación media con alguna dificultad deberían asistir a un curso de nivelación de aproximadamente dos semanas. Al finalizar, serían evaluados y aquellos que no lograsen un nivel satisfactorio serían derivados al aula cero, donde permanecerían hasta que obtuvieran los conocimientos necesarios. En esa etapa los alumnos recibirían "clases de impacto" en matemática y lengua. Sin embargo, la propuesta del CES no prosperó, dado que no tuvo el apoyo del Codicen. En ese organismo se entendió que violaba la autonomía de Primaria.