Ser mujer y caminar por la calle

Allí puede ver a Roberts recibiendo “saludos” de todo tipo, halagos dudosos y expresiones sexistas como “sonríe” o “alguien está reconociendo tu belleza, deberías decir gracias”. E incluso (y más grave) ver cómo un hombre la sigue por más de cinco minutos.

En dos días el video acumuló más de 15 millones de vistas y ha sido subido en sitios de todo el mundo.

Este tipo de videos, si bien logra mostrar una situación real, no ataca un tema nuevo. Por estos lares la serie argentina Cualca lo ilustró con su corto Piropos, mientras que la productora también argentina Kamikaze Producciones lo ilustró con el spot Por la calle, imaginándose a un hombre en el lugar de la mujer.

En el ámbito global, recientemente la comediante Jessica Williams, corresponsal del programa The Daily Show habló sobre el acoso callejero con un tono humorístico, demostrando que no hay rincón de Nueva York que sea seguro para las mujeres. Y ayer, en respuesta al video de Hollaback, el sitio Funny or Die hizo el suyo (ver abajo) pero con un hombre neoyorquino, que en lugar de recibir un continuo acoso le llueven regalos, alabanzas e incluso propuestas de trabajo.

Si bien la campaña viral logró comenzar una conversación global sobre el tema, no estuvo libre de críticas. Se ha apuntado que algunos de los comentarios no son ofensivos sino que educados, como por ejemplo saludos. Pero fallan al darse cuenta que la verdadera intención no es ser cortés sino llamar la atención de la mujer. Y hay una clara diferencia entre un comentario de un desconocido y un halago.

Por otra parte, muchos medios han observado la falta de representatividad racial que muestra el video. La mayoría de los hombres son afroamericano o latinos y solo un caucásico aparece en el encuadre. Bliss argumentó en Reddit que si bien aparecen hombres de todos los posibles contextos, no todos aparecían con la misma proporción.

Para el sitio Slate, lo problemático fueron otros comentarios. “Tuvimos una cantidad decente de hombres caucásicos, pero por varias razones, lo que decían quedaba fuera de cámara. (El video) No es una representación perfecta de todo lo que pasó”, afirmó Bliss. “Eso puede ser verdad”, dice el artículo pero: “Si te encontrás dejando afuera a todos los hombres blancos, capaz que tendrían que hacerse más tomas”.

Esta discusión, que también aparece en los comentarios del video en YouTube, ha eclipsado el mensaje original y, según afirma la periodista de Slate Hanna Rosin, hace que también pierda su objetivo. “Si el punto del video es enseñar a los hombres sobre la realidad diaria de las mujeres, entonces le erra. Los hombres que están sentados en sus oficinas o en cafés mirando el video pueden asegurarse de que no tienen tiempo de sentarse en la calle en la mitad del día, o que no pueden pronunciar debidamente “mami”. Pueden cometer actos peores que eso, pero este no es su pecado”, afirma el sitio.

Asimismo, la conversación también dio una vuelta hacia lo irónico. A raíz del video Roberts recibió amenazas de violación, según informó Hollaback a través de sus redes.

A pesar de las críticas, gracias al contenido viral ha conseguido poner el tema en el tapete y visibilizar lo que para muchas fue siempre muy real.