Por Blasina y Asociados, especial para El ObservadorContinúa la volatilidad en Chicago, dando oportunidad a los productores uruguayos de cerrar soja en precios atractivos teniendo en cuenta los fundamentos de oferta y demanda.
Esta semana los rumores sobre cambios en el esquema de biocombustibles en Estados Unidos y el ingreso de fondos al mercado de
granos permitieron rebotes en la soja y en el maíz.
Luego de subas entre martes y miércoles, este jueves hubo una corrección negativa por toma de ganancias.
Si se toman los fundamentos de oferta y demanda, la presión sobre los precios de la soja debería ser bajista teniendo en cuenta las estimaciones de cosecha para América del Sur.
En Brasil, más allá de las restricciones logísticas que demoran el ingreso de mercadería a los puertos, hay una producción que se ubicaría con un piso sobre 104 millones de toneladas.
Lo que ha sostenido también los valores es la limitada oferta de los productores brasileños, ya que el fortalecimiento de la moneda doméstica frente al dólar hace menos atractivos los precios en reales por la oleaginosa.
En Argentina las condiciones climáticas han sido mayoritariamente favorables desde hace un mes, lo que consolida perspectivas de producción sobre 55 millones de toneladas cuando en pleno enero –con los excesos hídricos y zonas afectadas por déficit de lluvias– se manejaron valores más cercanos a los 50 millones de toneladas.
Esperando por las lluvias
En tanto, los productores locales esperan porque bajen las temperaturas y vengan lluvias que permitan mantener las altas perspectivas de rendimiento para los cultivos de soja.
Si bien hay zonas que recibieron menos lluvias que pudieron tener algún efecto por la ola de calor, si se cumplen las previsiones no habría restricciones en los potenciales.
Durante esta semana –sobre martes y miércoles– se llegaron a dar valores sobre US$ 370-US$ 372 por tonelada, cayendo ayer jueves.