Solo el resultado de una ganadería intensiva supera las rentas agrícolas

Ante la disyuntiva de si volver a la ganadería o seguir arrendando el campo para agricultura, aún a precios inferiores, el ingeniero agrónomo Alvaro Simeone, director de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC), calculó que solo el resultado económico de una ganadería intensiva supera el monto de una renta agrícola.

El investigador y docente de Facultad de Agronomía analizó que el resultado económico de una ganadería con praderas pero con poca carga, para producir un novillo de 2 años o 2 años y medio, no supera las rentas agrícolas.

Pero si la agricultura se sustituye por una ganadería intensiva, con altas cargas, suplementación y un nivel de productividad del entorno de 400 kilos de carne por hectárea, la ganadería pasa a ser más competitiva.

Simeone realizó el cálculo por fuera del programa de la 17ª Jornada de la UPIC, realizada el jueves 13 en el salón Egeo, en Paysandú. Allí planteó un escenario de precio neto de la soja a US$ 310 (US$ 350 por tonelada menos US$ 40 de flete). "La ganadería intensiva mejora su competitividad frente a la agricultura, pero la ganadería a media máquina no llega a ser lo suficientemente competitiva", resumió el agrónomo.

Tecnología, precios y resultado

Teniendo en cuenta la variabilidad de precios, tanto del ganado como de insumos, este año la Jornada de la UPIC se tituló Tecnología, precios y resultado económico en el negocio ganadero, ese difícil equilibrio.

El objetivo fue examinar críticamente las tecnologías UPIC, ante escenarios de precios tan cambiantes. Sobre los precios expuso el experto Roberto Vázquez Platero (ver El Observador Agropecuario del 14 de agosto).

El cuerpo central de la jornada fue la parte tecnológica y del negocio ganadero para las etapas de cría, recría e invernada, con la información generada por la UPIC.

Para la cría, Simeone planteó las posibilidades de mejorar el resultado económico a través de tecnologías nuevas que intenten atender a un componente de la productividad que no fue suficientemente abordado: el peso del ternero. Recordó que la tecnología UPIC tendió siempre a aumentar el número de terneros a través del porcentaje de destete, con destete precoz fundamentalmente.

El planteo fue cómo aumentar el resultado de la cría aumentando el peso al destete con dos alternativas: el creep feeding (suplementación del ternero al pie de la vaca) y el destete precoz a corral.

Con creep feeding se pueden lograr eficiencias de conversión de suplementos de 5 a 1. En lugar de tener un ternero con 140 kilos de peso al destete, se puede tener un ternero de 220 kilos. "Si suplementamos al ternero al pie de la vaca, utilizando un comedero de autoconsumo y sin restringir el consumo, la conversión es de 5 a 1 (5 kilos de ración para producir un kilo de peso vivo). Si el ternero vale US$ 2 por kilo, y convierte 5 a 1, el precio de equilibrio de la ración es US$ 400 por tonelada (0,4x2=2)", explicó Simeone.

La otra tecnología analizada para la cría fue el Destete Precoz a Corral (DPC). En creep feeding la cría se tiene que defender solo con el peso adicional del ternero al destete, porque su efecto sobre la eficiencia reproductiva de las vacas no está demostrado y es variable. Pero en el caso del destete precoz a corral el criador tiene dos ingresos adicionales: la eficiencia reproductiva de la vaca, que mejora su porformance pasando de 45% de preñez a 90% o 95%; y un ternero mucho más pesado.

"Al tener un mayor porcentaje de preñez sumamos más o menos US$ 74 por vaca y con los kilos del ternero con una muy buena eficiencia de conversión se suman otros US$ 20 por ternero. Nos vamos a US$ 94 por vaca y ternero, lo que hace la cuenta un poco más atractiva", señaló.

Simeone dijo a El Observador Agropecuario que se siente más cómodo trabajando con el destete precoz a corral, porque tiene doble ingreso. Agregó que en general el precio al kilo del ternero de 220 kilos es inferior al del ternero liviano y hay una desvalorización de los kilos, pero la cuenta que se debe hacer es que el ternero pesado debería valer al kilo como mínimo 10% menos que el ternero liviano. Por ejemplo: si el ternero vale US$ 2, el ternero pesado debería valer US$ 1,80 por kilo, si vale US$ 1,60 ya no sirve hacerlo.

Una de las conclusiones es que un ternero más pesado contribuirá más en su performance en la fase de invernada. Un desafío es demostrarlo matemáticamente y ese posiblemente sea el objetivo de estudio de las próximas jornadas de la UPIC. Ver cómo modificando las curvas de crecimiento se afecta la eficiencia económica y biológica de la invernada.

Verdeos y autoconsumo

En la tecnología en la recría se le puso énfasis al manejo de terneros sobre verdeos, en particular sobre avenas, ya sea con o sin suplemento y utilizando autoconsumo. Se evaluó una forma nueva del pastoreo de los verdeos, con un cambio de paradigma. Antiguamente el objetivo era consumir la totalidad de ese verdeo, porque no estaba asociado a las rotaciones agrícolas; sin embargo el plan de uso y manejo de los suelos posibilita que haya más verdeos, pero cumpliendo la función de cobertura o puente verde.

Por lo tanto es fundamental hacer un pastoreo que deje un área foliar remanente, que minimice el riesgo de erosión, evitando que el suelo quede desnudo.

"Antes se consumía todo el pasto y se sumaba el suplemento, pero hoy se analizan relaciones que sean más de sustitución, que el animal sustituya el pasto por el suplemento, dejando más área foliar remanente", señaló.

Con una asignación de forraje de 5%, que significa una cantidad de 2,6 terneros por hectárea, y suplementando al 1% del peso vivo con grano de sorgo, los animales tienen una tasa de ganancia del entorno de 700 gramos y a su vez dejan una pastura de remanente que tiene 13 centímetros de altura, que representa de 1.300 a 1.500 kilos de materia seca. Así el volumen de pastura es importante, para que el puente verde cumpla su rol de cobertura, posibilitando una buena performance animal.

"La eficiencia de conversión del suplemento es peor porque el testigo, animal manejado al 5% de asignación de forraje sin suplementación, de por sí gana 500 gramos. Nos encontramos con una eficiencia de conversión del concentrado que está en el entorno de 10 a 1", indicó Simeone.

Escenarios de precios

El estudio en invernada se enfocó en resumir buena parte de la información generada en la UPIC (suplementación de novillos en otoño sobre verdeos, suplementación de novillos en verano, encierre de terneros, engorde a corral y otras) y se sometió a un análisis crítico en diferentes escenarios de precios, para después priorizar en función de aquellas tecnologías que sean más robustas, que se comporten bien de forma consistente en diferentes escenarios de precios de insumos y productos.

Se evaluó críticamente a través de la elaboración de un índice que se llamó Conversión Máxima de Equilibrio (CME), que resulta de dividir el precio implícito del negocio en cuestión, ya sea recría de terneros, recría de novillitos o engorde de novillos, dividido el valor del suplemento. Cuanto más alto sea ese valor, mejor es para la tecnología.

Después se comparó ese valor con las conversiones de cada uno. Por ejemplo: cuando se evaluó una suplementación de terneros sobre campo natural, la conversión que se logró desde el punto de vista biológico fue 4 a 1, pero el valor de conversión máxima de equilibrio es 11 a 1 cuando se divide el precio del ternero por el precio de una ración con 14% de proteína, que es la que se usaría sobre campo natural.

O sea que se gastan cuatro kilos para producir un kilo de peso vivo adicional, pero si se cuenta la cantidad de kilos de esa ración para pagar un kilo de ternero, la relación es 11 a 1. O sea que se gasta poco y el margen de acción es muy grande. Es una tecnología robusta, firme, y la probabilidad que dé negativo es particularmente baja.

En el otro extremo está el engorde a corral, con relaciones que generalmente están entre 7 y 9 a 1. Para el período de 5 años de evaluación de la conversión máxima de equilibrio resulta 7,8. Significa que hay una proporción de años cuando el resultado económico del corral era negativo y otra cuando era positivo, según las circunstancias.

Cuando se hizo el cálculo para la suplementación de novillos sobre praderas, se demostró que en general es una tecnología consistente, que casi siempre da resultados positivos. La CME permitió jerarquizar las tecnologías según su sensibilidad a la variación de precios, que era el objetivo de la 17ª Jornada de la UPIC.