Sumarios a dos jerarcas del hospital de Rivera constatan "faltas graves y gravísimas"

Las autoridades del hospital de Rivera siguen bajo la lupa de los jerarcas de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE). Luego de que el director del centro, Andrés Toriani, fuera destituido por contratar de forma irregular a 60 médicos y 20 trabajadores de la salud, ASSE recibió las conclusiones del sumario que le realizó al subdirector del hospital, Víctor Recchi, y al administrador, Leonardo Cuña. Al primero se le adjudicaron "faltas gravísimas" y al segundo "faltas graves".

Fuentes de ASSE dijeron a El Observador que los errores de Cuña y de Recchi "están a la altura de los de Toriani". Por ese motivo, esperan que el caso del hospital de Rivera termine en la Justicia una vez que finalice la Comisión Investigadora de Diputados que indaga sobre presuntas irregularidades en el organismo.

Si bien el subdirector y el administrador estaban jerárquicamente por debajo del director, Recchi y Cuña están más comprometidos que él, ya que son funcionarios de ASSE. Toriani trabajaba en régimen de Comisión de Apoyo (era un empleado tercerizado) y el organismo no tenía demasiadas competencias sobre él, de hecho no podía ni siquiera abrirle un sumario.

La fuente explicó que Recchi es el que está "más complicado". A él se le podría aplicar una destitución, mientras que a Cuña se podría suspenderlo hasta 179 días. Cuña era el ordenador del gasto en el hospital y fue quien permitió que se empleara a los 80 trabajadores sin contratos. Además, el administrador tenía en cuenta que esas contrataciones se apartaban del Tocaf, porque los sueldos se pagaban a partir de una trasposición de fondos.

Cuña fue designado administrador del hospital de Rivera luego del escándalo de Buena Estrella, una empresa de limpieza creada por funcionarios que sobrefacturó $ 2,5 millones en varios centros. La entonces ministra de Salud Pública, Susana Muñiz, dijo al programa Código País en 2014 que Cuña era "un chiquilín con fuerza" que llegaba al hospital a "acomodar los procesos financieros" del centro.

"Pasa de ser un hospital altamente endeudado a empezar a acomodarse. Los procedimientos licitatorios se fueron haciendo, nos llevó mucho tiempo. Hoy tiene todas las licitaciones al día, es un orgullo nacional por cómo trabaja", señaló Muñiz.

Los defensores de la gestión de Toriani afirman que el médico logró que el centro ahorrara dinero por intervenciones quirúrgicas. Antes de que él fuera director, el hospital de Rivera prácticamente no hacía cirugías y derivaba a los pacientes a otros centros. "Pasamos de 300 operaciones por año a 3.000", dijo la exjefa de Laboratorio Valeria Riera.

Sin embargo, los directores de los hospitales vecinos comenzaron a quejarse de las maniobras de Toriani, porque sus médicos se trasladaban a Rivera, ya que allí pagaban mejor. De hecho, el gerente general de ASSE, Richard Millán, dijo en agosto a radio Uruguay que "no correspondía" la manera en la que el jerarca administraba el centro. "Tomaron otro camino que no es el administrativo; es el que no podemos tolerar, el que no podemos admitir", sostuvo.

Aun así pasaron unos cuantos días para que Toriani fuera destituido. En todo momento contó con el apoyo de Muñiz y de sus subalternos. Cuatro médicos renunciaron en solidaridad y el exdirector organizó un acto antes de ser destituido. La campaña de defensa que también se hizo en las redes sociales llevó al médico a responder en Whatsapp: "Van por mí para llevarse puesta a Susana (Muñiz)".