Talante ibérico

Parecería ser una de esas personas destinadas por su nombre, "Senso en italiano significa sentido y Santi en francés también, entonces me llamo Sentido Sentido. Tiene mucho que ver con lo mío porque lo que más me mueve es el sentido de la honestidad, de mirar a los ojos a la otra persona para estar con mi ego en paz y poder compartir el ego de los demás".

Es su primera vez en nuestro país, y lo que lo motivó a venir fue un enamoramiento que empezó a sentir a partir de que muchos amigos uruguayos que tiene en España e incluso su pareja, que también es charrúa, expresaran su negación a retornar. Esta curiosidad de saber por qué no quieren volver, sumada a que tiene en su ADN el gen de una tierra de conquistadores, lo llevó a plantarse en Uruguay y querer conocer a la gente en el día a día.

Un verdadero acto íntimo

Con una gran trayectoria en cine, series para televisión, teatro y producciones de moda, presentó por primera vez en Montevideo, en el teatro Tractatus, El descanso de Caronte. Esta obra, creada y dirigida por el propio Senso, contó con la participación de la artista pop uruguaya Gia Love, quien interpretaba a Alma y acompañó al actor con temas a capela como Gracias a la vida y Alfonsina y el mar, además de ser quien daba inicio a la obra, eligiendo a los espectadores que vivirían la experiencia como protagonistas desde el escenario.

El argumento de El descanso de Caronte está en el valor de la vida. Según la mitología, Caronte —movido por la ambición— hizo un pacto con Hades de ser eterno a cambio de remar y llevar a las almas al infierno mientras escucha los sentimientos de culpa de todos aquellos que van en la balsa. ¿Por qué querés ser eterno?, ¿cómo imaginás tu partida?, pregunta Senso mientras camina y se sienta entre los espectadores. Entender que "la vida es el mayor naufragio al que no sobrevivimos" es el cometido. Y por eso nos invita a aprovecharla, a dar gracias por estar vivos y a ser responsables de seguir vivos, ya que todo lo que brindamos queda aquí para siempre y se hace eterno.

Un acto íntimo es una obra en la que no hay una dramaturgia cerrada ni una escenografía ni una puesta en escena. No se lo puede definir como una obra de teatro ni como una vertiente del oprimido ni como una técnica. "Si estos actos íntimos tuvieran una técnica sería estar vivos, compartiendo lo que estamos viviendo ahora", dice. Se trata de "algo único", impulsado e invadido por él mismo, pero que se va formando y caracterizando con la participación abierta y discreta del espectador, que en realidad se convierte en protagonista. Por eso, nunca se sabe qué es ficción y qué es realidad.

Carisma innato

"Acepté hace mucho tiempo que hay algo en mí, que es mi forma de comunicarme, que me permite sacar la parte más verdadera y honesta del ser humano. Tengo un ego muy aceptado, no puedo luchar contra él, y como soy así voy a ver cómo siente tu ego", explica el actor, y afirma haberlo experimentado en los workshops y masterclass que ha estado dictando en la capital. "Quiero que mi viaje sea un intercambio cultural, emocional, religioso, social y político con mis coetáneos. Estoy acá para compartir mi ego, para mimetizarnos, para devorarnos, para vivirnos y aprovecharnos".

Santi se define como una persona invasiva, "muy para afuera" y generosa, que viene a llevarse de los uruguayos todo lo que ellos quieran brindarle. Para él, la generosidad no se mide en el simple hecho de dar, sino también en el gesto de estar dispuesto a recibir.

Una mirada extranjera

Y es justamente la generosidad de los uruguayos lo que más le llamó la atención durante su estadía. "He visto que a los vagabundos transeúntes les dais vuestra plata; que en el ómnibus, sube un artista y aplauden. Lo que más me sorprende es que cuanto más caro está su país, más generosos sois. Es una lección muy grande que me llevo. Yo aplaudí, le deseé suerte a ese artista, le brindé mi dinero y a cambio me llevo esa experiencia a España para contarlo e invitar a que también lo hagan".

Sin embargo, en estos días pudo conocer más de cerca la idiosincrasia uruguaya, lo que le permitió detectar algunas actitudes que nos caracterizan, aunque no a todos, y entender un poco más a su pareja y a sus amigos charrúas. "He visto que en todos los campos, no solo entre los artistas, hay una gran envidia, que se transforma en un prejuicio y en un ataque a la creación; cuando lo más inteligente sería apoyar al otro, aplaudirlo, porque mañana pueden trabajar juntos". Celebra que el uruguayo sea ambicioso y muy reivindicativo, aunque afirma que lo es de las puertas para adentro. Dice que ese miedo hay que transformarlo en algo que permita salir de la zona de confort para trascender y ser eterno, sin temor a la soledad. "Es imposible estar solo, porque, aunque estés en el medio de una montaña, estás con la naturaleza y con los recuerdos".