Tamberos están preocupados por una iliquidez que pone en riesgo los pagos

Los problemas de iliquidez, a raíz de los bajos precios que persisten en los lácteos y los altos costos de producción, preocupan a productores lecheros, porque les dificulta cumplir con la cadena de pagos, que incluye obligaciones varias e impacta también en decisiones productivas, según dirigentes gremiales consultados por El Observador Agropecuario.

El vicepresidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), Walter Frisch, señaló que esos factores "son clave" en esta coyuntura difícil que enfrentan los tamberos.

Para el tesorero de la Sociedad de Fomento Rural de la Industria Lechera de Salto (Sofrils), Gustavo Alonso, la situación de los productores de esa cuenca que en su mayoría remite a la planta de Indulacsa del grupo Lactalis, resulta "más crítica porque reciben $ 5,80 por el litro de leche, $ 2 menos de lo que reciben productores de Conaprole.

La iliquidez es una situación común que afecta a los tamberos, según Frisch. El sector está enfrentando costos altos que se suman a los bajos precios de los productos. Impacta en los menores recursos que dispone para los gastos en su vida familiar y particularmente para cumplir con todas sus obligaciones, que incluyen desde el pago de aportes al BPS, UTE, impuestos y otros compromisos de tipo financiero.

Pero, además, incide en decisiones económicas que el productor debe adoptar para invertir en comida para las vacas, dijo Frisch. Precisamente, en la empresa de insumos Prolesa se espera que la inversión en forrajes caiga 20%.

Por eso es fundamental que Conaprole pueda mantener el precio al tambero durante este invierno, a través del crédito que facilitó el gobierno por las deudas no cobradas a Venezuela. Aún con el precio que paga Conaprole –que es el mejor que paga la industria a un promedio de $ 7,80 el litro–los productores entienden que están en la línea de flotación con los costos que tiene el sector.

Es aún más complicado para el resto de los productores que remiten a otras plantas, según el comentario que surge de la dirigencia gremial. Por eso esperan obtener una respuesta favorable a un pedido de alivio impositivo, como la Contribución Inmobiliaria Rural, dijo Frisch.

En Indulacsa, los productores reciben $ 5,80 por litro incluyendo $ 1 adicional por litro por un período que vence cada mes. "Existe la incertidumbre de qué va a ocurrir después, si es que se vuelve a $ 4,80, que resulta más dramático aún", sostuvo Alonso. Explicó esta forma de pago se viene renovando cada mes, cuando se les informa si se mantiene o no ese precio. Esto preocupa porque los productores tienen que presupuestar las inversiones en forrajes para el próximo invierno.

Para los productores de Salto y alrededores se complicó aún más la situación financiera cuando se recibió la noticia de que Microfinanzas del BROU no atiende más a los productores de Indulacsa y de Conaprole que están situados al norte del río Negro, dijo a El Observador Agropecuario el tesorero de Sofrils, Gustavo Alonso.

Agregó que "productores sin ningún problema económico, que estaban habilitados para tomar la financiación, no cuentan ahora con esa herramienta financiera". El dirigente agregó que ya se presentaron dos casos en esa situación.

Por otro lado, la remisión de leche en la cuenca de Indulacsa han bajado notoriamente, contabilizándose 47 productores que están remitiendo solo siete a ocho litros de leche diarios a la planta industrial. Ahora se van a producir los nuevos partos y por consecuencia las nuevas lactancias, y existe incertidumbre porque a los actuales costos esta actividad es totalmente inviable.

Alonso puso como ejemplo que en un remate ganadero efectuado en el local Santa Catalina, donde unas 25 vacas recién paridas se vendieron a US$ 300 cada una, cuando en realidad son animales que podrían estar produciendo en la sala de ordeñe de esos productores.