El senador estadounidense Ted Cruz, figura de la ultraconservadora facción Tea Party y la derecha religiosa, está ahora más cerca en su camino hacia la Casa Blanca luego de consagrarse ganador de las elecciones primarias del partido Republicano en Iowa (EEUU).
De acuerdo con los últimos resultados, Cruz se impuso con el 28% de los votos de los Republicanos, derrotando así al millonario Donald Trump que desde junio pasado lideraba las encuestas nacionales pero finalmente obtuvo el 24% de los votos.
"Iowa ha dicho que el candidato republicano y el próximo presidente de EEUU no será elegido por los medios. No será elegido por el 'establishment'. No será elegido por los 'lobbies'. Será elegido por nosotros, el pueblo estadounidense", afirmó Cruz, luego de conocer los resultados.
Cruz es un abogado de 45 años con apenas tres años de experiencia en Washington como senador. Sin embargo, en los últimos tiempos, se posicionó como un 'rebelde' dentro del partido atrayendo a los electores republicanos disconformes con el sector del partido que evita ir al choque con el gobierno demócrata.
Mientras tanto, para los políticos y electores del partido Demócrata, Cruz es un demagogo peligroso a quien resulta fácil odiar.
Hijo de un inmigrante cubano, Cruz nació en Canadá y se crió en Texas. Se graduó en Derecho en Harvard y en 1996 pasó a trabajar para un juez de la Corte Suprema, William Rehnquist.
Más adelante, se unió al equipo legal de George W. Bush en el 2000 y luego ocupó altos cargos en el Departamento de Justicia y en la Comisión Federal de Comercio. En 2003 retornó a Texas y fue nombrado jefe del ministerio público, por lo que debió argumentar numerosos casos ante la Corte Suprema en Washington.
En 2012, llegó al Senado apoyado por el Tea Party, la vertiente radical, antigobierno y antiimpuestos. Se tornó un fuerte opositor a cualquier medida que apuntara a regularizar a los indocumentados.
En 2014 atacó con virulencia a Obama por la tentativa, a su juicio una "amnistía ilegal", de proteger a millones de inmigrantes de la deportación.
Con su 'rebeldía', Cruz enfureció a la dirigencia republicana de más edad por su completa falta de obediencia o respeto a los líderes tradicionales, a quienes les roba cámara cada vez que puede.
Exasperado, el veterano senador John McCain, candidato presidencial republicano en 2008, calificó a Cruz y a otros legisladores del Tea Party como los "loquitos de la derecha".
En su discurso, Cruz insiste en que el gobierno ha destruido la economía, limitó las libertades religiosas, dejó los derechos constitucionales "bajo asalto", aplastó a los estadounidenses con impuestos y además desea sacarles sus armas.
En septiembre de 2013, se tornó una celebridad cuando pronunció un discurso de 21 horas de duración para bloquear el Senado y evitar que se discutiera una ley sobre gastos públicos, gesto que tuvo como consecuencia el cierre del gobierno federal por falta de un presupuesto legalmente aprobado.
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