Trump: 100 días, ocho enemigos

Es el rival más extraño, puesto que Trump todavía es investigado junto a su entorno por connivencias con el gobierno ruso en la previa de las elecciones nacionales el año pasado. Pero a pesar de esto y de los mensajes de Trump en favor de Putin, Estados Unidos rompió la frágil calma diplomática con Rusia al atacar a Siria, una de las medidas más inesperadas de su administración. El futuro con Rusia, a quien además Estados Unidos llamó la atención en varias ocasiones en Naciones Unidas, parece ahora confuso.

Es probable que China haya sido una de las palabras más utilizadas por Trump durante su campaña, a menudo para señalar a esa potencia como uno de los grandes responsables de cierto declive estadounidense a nivel económico mundial. La idea de que Estados Unidos vuelva a ser un país "ganador" incluye la creencia de que China es un rival en ese sentido, pero Trump pareció bastante amigable y dispuesto a trabajar con Xi Jinping, sobre todo en temas de contención relativas al conflicto con Corea del Norte.

No parece ser hoy el rival más importante que tiene Estados Unidos en la mira, pero siempre hay que tener en cuenta que para el presidente Nicolás Maduro cualquier afrenta internacional responde a "los intereses del imperialismo", que básicamente tienen a Estados Unidos como referencia central. Además, en los primeros días de su administración, Trump se fotografió con Lilián Tintori, la esposa del dirigente opositor encarcelado Leopoldo López.

La filiación pro Brexit de Donald Trump, sumada a la fuerza que está haciendo por otros movimientos antieuropeos, como el Frente Nacional de Marine Le Pen, pusieron a Trump en tensión con toda Europa. La advertencia del gobierno de Trump de que la Unión Europea debería gastar más en recursos militares también generó reacciones negativas en la administración de la canciller alemana Angela Merkel, a quien para más datos Trump no quiso dar la mano tras un encuentro realizado en Estados Unidos.

Uno de los que en principio sería gran aliado de Estados Unidos, sobre todo por el perfil conciliador a nivel regional que ejerce el presidente Justin Trudeau, Canadá se vio inmerso en medio de las ráfagas de fuego de Trump cuando la pasada semana el presidente responsabilizó a ese país de "dificultar los negocios de las granjas lecheras en la frontera" e impuso tasas a la compra de madera para construcción de ese país. Trudeau aseguró que respondería con firmeza.

Un rival clásico de Trump a pesar de ser el primer gobierno en haberlo validado como presidenciable (el presidente Enrique Peña Nieto lo recibió casi que con honores de Estado durante la campaña), México es la razón de varios males para Trump, entre ellos la inmigración. A pesar de que la semana pasada había amenazado con abandonar el Nafta (una polémica que involucraría también a Canadá), Trump ya dio marcha atrás en el asunto y se mostró dispuesto a renegociar el acuerdo.