Uber llegó a Canelones, donde es "más difícil fiscalizar"

Si los usuarios de Uber prenden la aplicación y buscan autos en Ciudad de la Costa se encuentran con que el servicio está disponible desde Barra de Carrasco hasta Solymar, y en algunos casos también pueden encontrar conductores activos en Pando, Toledo y Barros Blancos. Cuando llegó a Uruguay, la empresa había remarcado que su intención era en principio instalarse en Montevideo, aunque en la práctica sus conductores asociados obligaron a la aplicación extender el servicio hacia otros departamentos.

Por ejemplo, el costo estimado de un viaje en Uber de Médanos de Solymar hasta Barra de Carrasco es de entre $ 190 y $ 250. El miércoles en la mañana señalaba que podría levantar al pasajero en tres minutos.

Fuentes de la empresa consultadas por El Observador señalaron que, si bien el servicio en Canelones aún no es oficial, varios conductores que trabajan con la aplicación se registraron para trabajar en Montevideo pero luego cruzan al departamento de al lado y se muestran como disponibles, de modo que los usuarios de Uber pueden solicitar un viaje.

En algunos casos se debe a que los conductores viven en el departamento –sobre todo en Ciudad de la Costa- y, aunque trabajan mayoritariamente en la capital, se muestran disponibles mientras se encuentran en sus zonas de residencia. En otros casos es porque los choferes tuvieron un viaje desde Montevideo hacia el aeropuerto o hacia la costa y aprovechan la vuelta con otro pasajero que lo solicite.

El revuelo que generó la aplicación con su llegada a Montevideo en noviembre de 2015 implicó que el director de Tránsito de Canelones, Marcelo Metediera, advirtiera que si constataba la presencia de la aplicación en su departamento aplicaría multas y retiros de chapas a sus conductores, debido a que se trata de un servicio de transporte de pasajeros que no cuenta con las habilitaciones solicitadas por la intendencia. "Vamos a ir por todo", dijo a El Observador en ese entonces.

Sin embargo, cuando llegó el momento se dio cuenta de que en realidad se terminó enfrentando con las mismas dificultades que tiene Montevideo para encontrar a los conductores que trabajan fuera de la norma.

Taximetristas de Canelones presentaron tres denuncias ante la indentencia sobre presuntos conductores de Uber, aunque la comuna constató que en ninguno de los casos los choferes eran usuarios de la aplicación. Las autoridades departamentales tienen la "sospecha" de que Uber brinda servicios en el departamento pero hasta ahora no han podido constatarlo.

"Para nosotros Uber es más difícil de fiscalizar que en Montevideo", dijo en esta oportunidad Metediera en diálogo con El Observador y puso como argumento el hecho de que los autos asociados a la aplicación son menos que los que están en la capital.

Metediera también se refirió al hecho de que si la comuna usara la aplicación para detectar a los autos de Uber estaría induciendo al delito, algo que va contra la normativa vigente. De todas formas, la preocupación de la comuna canaria no radica en la presencia de choferes de Uber que dan servicios de transporte, sino la posibilidad de que la aplicación empiece a ofrecer traslados de ómnibus o de remises y de ese modo desestabilice el sistema regulado del departamento. "Los taxis de Uber en Canelones no son rentables porque las distancias son largas" y hay menos concentración de gente que en Montevideo, expresó Metediera.

El director de Tránsito de Canelones mantendrá reuniones con la Jefatura de Policía del departamento y con otros actores políticos para buscar la manera de acceder a una fiscalización más efectiva.

Mientras, en el Parlamento la comisión de Tecnología de Diputados tiene a estudio un proyecto para regular este tipo de aplicaciones.