Un festejo privado que lució como un acto más del oficialismo

El acto de lanzamiento de los nuevos servicios de la empresa de transporte Cutcsa, realizado este jueves con la presencia del presidente Tabaré Vázquez, el intendente Daniel Martínez y buena parte del gabinete de ministros, se pareció más a un acto de gobierno que a un evento de una empresa privada. Allí quedó patente, una vez más, la amistad que une a Vázquez con el presidente de Cutcsa, Juan Salgado, y la importancia que se le asigna desde el oficialismo a los pasos que da la tradicional compañía de transporte. Incluso, el evento había sido anunciado este martes en la página web de Presidencia de la República, un canal donde se divulgan actividades oficiales.

En el evento se informó que para el 28 de febrero, los 1.135 ómnibus de Cutcsa ofrecerán conexión a internet a través de un servicio de wifi gratuito, todos sus guardas y conductores contarán con un botón de alerta de seguridad inalámbrico y, en los próximos días, llegará al país una partida de 20 coches con seis entradas de USB para cargar dispositivos electrónicos.

En la oportunidad, aprovechada para celebrar el 80º aniversario de la empresa, estuvieron Vázquez, su esposa María Auxiliadora Delgado, los ministros Eduardo Bonomi (Interior) y Víctor Rossi (Transporte), Jorge Menéndez (Defensa), Ernesto Murro (Trabajo) y el intendente Martínez.

El presidente de Cutcsa habló con optimismo sobre los beneficios que las innovaciones traerán al servicio. Muestra de ello, dijo, es el nuevo centro de monitoreo con que cuenta la empresa, desde donde se hará un cercano control y seguimiento de todas sus unidades. Además, el centro de monitoreo recibirá toda señal emitida desde los nuevos botones de seguridad inalámbricos de los operadores de las unidades. En el momento en que uno de ellos es presionado, el centro recibirá el audio del ómnibus de donde provenga la alerta, y se responderá mediante un protocolo de seguridad, coordinado con el Ministerio del Interior.

Tras la entrega de media decena de regalos empresariales y reconocimientos de la sociedad civil, Vázquez cerró el acto con palabras elogiosas para la compañía. "En el nombre del gobierno nacional quiero felicitar, reconocer y estimular a esta tan valiosa empresa uruguaya para que siga adelante", manifestó, después de recordar distintas acciones sociales que desempeñó la empresa vinculadas al desarrollo del Plan Ceibal e Ibirapitá. "El objetivo y horizonte que tenemos es lograr una mejor condición de vida para todos los uruguayos. Y en ese sentido, lo explicó muy bien el presidente de Cutcsa con ideas y datos claros y precisos, aquí tenemos una línea estratégica de desarrollo", dijo Vázquez.

La cercanía y la estima entre Vázquez y Salgado no es una novedad. Fue al primer hombre que saludó –y abrazó– en febrero de 2014, luego de un acto en San Luis, Canelones, que ofició de lanzamiento de su última campaña electoral.

Públicamente, el primer mandatario ha definido a Salgado como su asesor. "Me presenta así porque el protocolo así lo indica. Pero ni él siente que yo soy asesor de él, ni yo siento que sea asesor. Yo siento que tengo una gran amistad y un gran respeto, y que voy a tratar de ayudarlo mientras esté en la Presidencia en todo aquello que él quiera", aseguró el empresario en marzo, en entrevista con El Observador.

La amistad que los une le ha valido fuertes críticas del senador colorado Pedro Bordaberry, quien cuestionó la compra del denominado avión presidencial, lo que le despertó "sospechas de corrupción", en tanto "estuvo dirigida para beneficiar a una persona".

Esa persona se trata del empresario Carlos Bustin de la firma Floridian SA (Autolider), representante de Mercedes Benz –una de las marcas de la flota de la compañía–, que, a juicio del legislador, es amigo de Salgado y realizó negocios con él.

El desarrollo tecnológico de Cutcsa viene acompasado por una reestructura laboral de fondo que busca, a largo plazo, abaratar los costos mediante una optimización de los recursos humanos y una adecuación a las nuevas circunstancias. "Tenemos que seguir trabajando en esto", señaló Juan Salgado, de modo que se reduzcan los gastos y no sea la sociedad quien cargue con ellos a través del precio del boleto. Consultado sobre si se espera un aumento en esa tarifa para enero próximo, dijo que "dependerá" de que se trabaje "todos los días" para evitarlo. Sobre el temor de los trabajadores de que este proceso implique pérdidas laborales, Salgado resaltó que, por el contrario, la tecnología "genera más y mejor" trabajo. "No es fácil pero tampoco imposible", dijo.