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Un muy buen arranque de la zafra de carneros
La zafra de carneros comenzó con fuerte demanda, que superó las expectativas de los cabañeros. El viernes 30 en Tupambaé, Cerro Largo, se concretó el remate anual de cabaña Don José, de Eduardo Lucas, que ofreció 39 Texel en pista y terminó comercializando 43 reproductores, ya que hubo clientes que necesitaban más carneros y adquirieron cuatro que habían quedado en el establecimiento.
Las expectativas previas no eran tan optimistas, según reconoció Lucas al ser consultado por El Observador Agropecuario.
El criador percibía mucha cautela entre los productores, sobre todo en relación a los precios, pero en el remate la actitud fue de mucha demanda, comercializándose incluso muchos lotes enteros, algo que normalmente no ocurría en este remate, según reconoció.
Seguramente la fuerte demanda por la carne ovina, con precios altos, y la expectativa de la apertura de Europa y EEUU para la carne con hueso, motivaron a los productores. Los precios fueron realmente destacados. Sobresalieron 10 borregos de plantel que cotizaron a un máximo de US$ 2.000, a un mínimo de US$ 800 y a un promedio de US$ 1.350.
Con el martillo del escritorio Daniel Silveira Negocios Rurales, también se ofrecieron los otros 33 carneros que lograron un máximo de US$ 800, un mínimo de US$ 450 (por 10 carneros, el último martillazo del remate) y el promedio fue US$ 740. El promedio general de los 43 reproductores fue US$ 882.
Los vientres Texel se comercializaron con un mercado más cauteloso que otros años. Las borregas de pedigrí cotizaron a US$ 1.400 de máximo, mínimo US$ 600 y el promedio fue US$ 860. En tanto los vientres MO se vendieron en US$ 620, US$ 200 y US$ 410; y las ovejas comerciales a US$ 220, US$ 80 y US$ 180. Quedaron sin venderse cuatro ovejas, porque entraron al principio del remate, cuando el mercado estaba frío, según explicó el cabañero.
Además se ofrecieron 16 Merino Australiano, nueve de Santa Catalina –de Douglas Cortela– y siete de Don Beto –de José Carlos Zabala–, obteniéndose US$ 580 de promedio por los astados y US$ 600 por los mochos de Cortela; y US$ 500 y US$ 480 –respectivamente– por los de Zabala.
Cabaña El Charco –de Sucesores de Juan Godiño– dispersó 15 borregos de la raza Corriedale a US$ 350, US$ 300 y US$ 330.
