Salud > MATERNIDAD

Un padecimiento que afecta a madre e hijo

Una embarazada deprimida, o una madre deprimida que recién dio a luz, puede provocar que el bebé sufra las consecuencias
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28 de septiembre de 2015 a las 05:00
Esta parte (de la maternidad) nadie me la contó". Esa es una de las oraciones que la psicóloga Claudia López, especialista en lactancia y en el área perinatal, más escucha en sus consultas. Según la especialista, a las mujeres que acaban de tener un hijo les cuesta aceptar que no están disfrutando a su bebé y su maternidad. Y, en algunos casos, la mujer está padeciendo depresión luego del parto.

La irritabilidad, olvidarse continuamente de tareas cotidianas, perder la capacidad de tomar decisiones o la falta de interés en el bebé y la tristeza extrema son factores que pueden llevar a que una mujer esté cursando una depresión luego del parto, explicó López a El Observador.

"En una mujer con un bebé chiquito una decisión sencilla se convierte en un mundo, como de qué color lo viste. Para la mujer es toda una decisión. Cuando la depresión se ve bastante más avanzada hay rechazo, que es lo más difícil de confesar. Puede haber bebés que estén con el mismo pañal cinco horas o con la ropa dos días porque la mujer no tiene interés en cuidarlo. Ahí empieza a ser peligroso y en casos graves la mujer puede llegar a atentar contra la vida del bebé", explicó la especialista.

Por esos motivos, la depresión de la madre es un factor de riesgo para el bebé en un futuro.
"Una mujer deprimida no está apta para cuidar a ese niño. El niño pasa a ser un paciente, más allá que la deprimida es la madre", agregó López.

El último estudio realizado en los servicios de salud públicos y privados de Montevideo sobre la prevalencia de la depresión materna en el primer año posparto concluyó que 16,5% de las madres de niños mayores de seis semanas y menores de un año de la capital tuvieron depresión luego del parto.
Aunque la prevalencia es menor a 10%, la depresión también puede presentarse durante el embarazo.

En esos casos, el futuro bebé también se ve afectado. La depresión durante el parto puede generar que el bebé nazca antes del tiempo, con bajo peso o que cuando nazca tenga problemas para alimentarse. Es decir, los efectos de los estados de la madre afectan directamente al recién nacido.

Tristeza no es igual a depresión

Más de 90% de las mujeres tienen ganas de llorar, cansancio luego del embarazo, provocados mayormente por cambios hormonales. Sin embargo, no sentirse del todo feliz luego de haber tenido un hijo no implica estar sufriendo depresión, según explicó a El Observador la psicóloga Graciela Grandi, coordinadora de grupo de crianza del Casmu y una de las investigadoras de un estudio sobre la incidencia de la depresión durante el embarazo, que está en curso (ver página 2). En casos de depresión, tratarla a tiempo implica que no se vuelva crónica.

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