Un poco de amor francés

Muy poco se sabía en Uruguay de Patrick Modiano hasta que el escritor francés obtuvo el premio Nobel de literatura en 2014, año en que las librerías del país se llenaron con sus textos. Aunque no sea nunca la mejor forma de tomar contacto con un autor, la publicación aleatoria y compulsiva de su obra puso al alcance de los lectores gran cantidad de títulos hasta ese momento inéditos.

La academia sueca lo definió como "Un Proust de nuestro tiempo" y premió el conjunto de una obra extensa que, tras varias lecturas, puede definirse como de altos y bajos. Porque Modiano puede resultar deslumbrante en una novela pero también aburrir hasta extremos impensables en la siguiente.

En parte esto se debe a que su arte está condicionado de antemano por la repetición de los temas, que son siempre los mismos: el peso absoluto de la memoria en la experiencia vital de las personas y el paso irreversible del tiempo, tanto para los hombres como para sus propias construcciones sociales.

En este sentido Viaje de novios no escapa a los postulados sagrados del autor, sino que más bien los lleva al extremo. Se trata de una pieza breve e intensa, que narra con maestría dos amores paralelos en el tiempo. Modiano une con gran sutileza la época de la Francia ocupada con el presente para reflexionar sobre el milagro de la juventud y el amor, valor inmutable a lo largo del tiempo.

Sorprende que la novela parta de una anécdota menor y no pare de evolucionar, página a página, hasta convencer al lector de la importancia del viaje a través del tiempo que propone. El secreto está en la prosa de Modiano, magnífica en este libro, que produce un efecto hipnótico más allá de lo que narra.

Y es que, si de argumento estrictamente se trata, es difícil definir de qué va Viaje de novios. En el comienzo, durante una estadía en Milán, el protagonista se entera por el barman de su hotel de que una mujer se suicidó en una de las habitaciones un par de días antes de su llegada. A poco de indagar, descubre que la conocía.

A partir de ahí lo que hay es una verdadera expedición a los recovecos de la memoria para contar el vínculo con la mujer y su circunstancial pareja, veinte años atrás, cuando él era apenas un muchacho. En pocas y geniales pinceladas, Modiano reconstruye un verano perdido en el Costa Azul francesa e indaga en un amor ajeno con gran habilidad.

El libro se compone de imágenes, sensaciones, escenas como vistas al pasar que dejan sin embargo un recuerdo imborrable. A ese pasado difuso, recordado con las deformaciones de la nostalgia, Modiano opone la cruel certidumbre del presente real del protagonista que, entre otras cosas, es engañado por su actual pareja.

Sostener este contrapunto doble entre dos tiempos y dos amores diferentes, resulta a la larga una proeza literaria. Los flashbacks se insertan en el relato en tiempo real de manera sobresaliente y funcionan como si fueran sueños dentro de una realidad que nunca es del todo presente ni pasado.

También hay espacio para las referencias al período de la Segunda Guerra Mundial, traumático para Modiano. Con frases como dichas sin mala intención pero que calan hondo, el francés recuerda el infierno de los toques de queda, el gobierno colaboracionista de Vichy y la sensación de oprobio constante de un pueblo al sentirse perseguido en su propia tierra.

Viaje de novios es una novela de calidad, llena de buenos momentos, que permite adentrarse con confianza en la obra de un autor importante.

Es el precio del libro de Editorial Anagrama, con 152 páginas.