Pablo Benítez

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El guardián de los anillos > El guardián de los anillos/ Pablo Benítez

Un relámpago en el agua

La carrera de Ana María Norbis solo duró seis años en el mundo de la natación y tuvo de todo, desde títulos sudamericanos a récords olímpicos lo que la convirtieron en la mejor de la historia
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21 de mayo de 2016 a las 05:00

La natación uruguaya tiene un antes y un después marcado por un nombre: Ana María Norbis. Nació el 15 de agosto de 1947 en Paysandú, fue formada por Wilfredo Raymondo en las aguas del río Uruguay porque en su ciudad no había piscina y su carrera duró apenas seis años. Sin embargo, sus increíbles logros la ponen en un pedestal que se encuentra a años luz del nivel actual de la natación nacional.

Norbis tenía 14 años cuando defendió por primera vez a Uruguay en un Campeonato Sudamericano (entonces solo había torneos para mayores). Fue en Buenos Aires 1962, en Vélez Sarsfield, y mejoró sus récords nacionales de 100 m pecho y 100 m mariposa ubicándose en ambas finales en el sexto puesto.

Dos años después, en Guayaquil 1964, fue la primera mujer uruguaya en romper un récord de campeonato sudamericano (1.17.1 en 100 m mariposa). Su evolución la llevó a ser vicecampeona de esa prueba así como también del 100 m pecho.

Ese mismo año, el entrenador estadounidense Edward Solotar la llevó a entrenar a Estados Unidos. Pero la sanducera no se adaptó y volvió al poco tiempo.

Justo después llegó a Neptuno, club al que se enroló en su llegada a Montevideo, el argentino Alberto Carranza quien llevó a la natación femenina uruguaya a su era dorada.

La misma arrancó en el Sudamericano de Lima 1966 cuando Norbis se transformó en la primera mujer uruguaya en batir un récord sudamericano (100 m pecho) y en la primera (hombre o mujer) en conquistar un oro sudamericano. En 200 m pecho repitió: fue primera con récord.

En 1967 disputó sus únicos Juegos Panamericanos, en Winnipeg (Canadá). Fue bronce en la posta 4x100 m combinado con Themis Trama, Lylián Castillo y Ruth Apt y plata en 100 m pecho con un registro de 1.15.95 que perduró 13 años como récord sudamericano. Le ganó la estadounidense Cathy Ball que tuvo que batir el récord mundial de la soviética Galina Prozumenshchikova (1.15.7) para ganarle: 1.14.8. La uruguaya nadó a dos décimas del récord mundial. Una bestialidad, algo totalmente impensado para los tiempos que corren.

Al año le puso un broche de oro a su carrera en los Juegos Olímpicos de México 1968. Mucho se habla de los récords olímpicos que bajó Norbis. Son históricos para el deporte uruguayo. Pero vale aclarar un matiz de la cuestión. El 100 m pecho, la prueba en la que compitió, se incorporó ese año a los Juegos. Nunca antes se había corrido por lo que el primer récord olímpico se fijó en la primera serie.

La gran virtud de Norbis fue clasificar aquel 17 de octubre de 1968 con el mejor tiempo a la semifinal (1.17.4 en la última serie) y ahí volver a mejorar el registro olímpico llevándolo a 1.16.7 la misma tarde. En la final no repitió y terminó octava (última) con 1.17.3.

"El problema fue que la apartaron del grupo, la llevaron en auto, le dijeron 'no comas esto'. La cargaron de presión. Igual la final fue tremenda. Entre la medalla de oro (la yugoslava Djurdjica Bjedovy) ella hubo menos de dos segundos", me contó Lylián Castillo, su compañera en relevos y también olímpica en México.

"En esos Juegos a todas nos afectó la altura, menos a ella. Ana fue un talento natural único, era impresionante cómo nadaba y eso que no le gustaba entrenar. Venía de Paysandú a mi casa y muchas veces en vez de ir a entrenar se iba al cine con mi hermana. Cuando le contaba a Carranza se agarraba la cabeza", rememoró Castillo.

Al final de los Juegos, Norbis recibió varias invitaciones para realizar giras por Europa. Pero cuando retornaba en el avión a Uruguay le comentó a su técnico que dejaba la natación. "Me aburrí, me pudrí de la natación y me volví a Paysandú. Puede ser difícil entender para muchos, pero a mí me agotó, de verdad: estaba tan cansada que no quería saber nada con entrar a una piscina", le contó a El Observador en 2007.

Entonces trabajaba al frente de un acuario en Venado Tuerto, Santa Fe (Argentina), donde sigue radicada.

Evolución de su marca en 100 m pecho en las grandes competencias

  • Sudamericano 1962: 1.27.4 (sexta)
  • Sudamericano 1964: 1.23.5 (vicecampeona)
  • Sudamericano 1966: 1.21.4 (campeona, récord sudamericano)
  • Juegos Panamericanos 1967: 1.15.9 (vicecampeona, récord sudamericano por 13 años y récord nacional durante 27 años)
  • Juegos Olímpicos 1968: 1.17.3 (octava; en la serie y semifinal firmó récords olímpicos con 1.17.4 y 1.16.7, respectivamente)

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