Con todo el planeta pendiente de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, un grupo de cinco amigos brasileños ha lanzado un videojuego que parodia el deplorable estado de
contaminación de las aguas de la Bahía de Guanabara, que a partir del próximo lunes acogerá las competiciones olímpicas de vela.
Este simpático juego online propone a sus usuarios el reto de nadar en las polémicas aguas que bañan el litoral fluminense esquivando numerosos obstáculos, tales como heces y mosquitos, para evitar el contraer alguna enfermedad.
La intención de sus cinco creadores -los diseñadores Gustavo Bife, Carolina Novais y Diego Leal, y los desarrolladores Mario Gesteira y Harrison Mendonça- fue usar un sentido del
humor ácido para denunciar el estado de una bahía que en los últimos meses ha acaparado portadas internacionales por su grado de contaminación.
"Nuestro objetivo era equilibrar ese humor irreverente con críticas reales", señaló a la agencia Efe Gustavo Bife, quien añadió que la bahía no es el único problema y apuntó a la gravedad del hecho de que "millones de personas" carezcan de sistemas básicos de saneamiento.
"Es una pena porque son datos que todo el mundo está cansado de oír", lamentó el diseñador.
Con motivo de los Juegos Olímpicos las autoridades de Río de Janeiro prometieron descontaminar las aguas de esta bahía, de las que se ha llegado a decir que podrían poner en peligro la salud de los deportistas que compitieran en ellas.
Sin embargo, esa promesa se fue diluyendo con el paso del tiempo hasta el punto de que el actual estado de la Bahía ya es considerado como el principal punto negro de lo que se ha llamado "el legado olímpico".
Además de heces y de mosquitos Aedes Aegypti, famosos por transmitir el virus del zika y del dengue, los jugadores deberán preocuparse por su barra vital, que va disminuyendo con el paso del tiempo debido al grado de contaminación del
agua.
La única manera de sobrevivir a esta peligrosa travesía es ir recopilando diversas medicinas que flotan en el agua.
"El juego es infinito, por lo que el único objetivo es puntuar. Pero lo interesante es que cuanto más lejos se llega, más se puede ver", explicó Bife.
La idea de este proyecto, que no tiene fines lucrativos, surgió el año pasado y fue llevado a cabo por sus cinco creadores al margen de sus respectivos trabajos, por lo que demoró seis meses en ser realizado.