Espectáculos y Cultura > DANZA

Una compañía con personalidad propia

El Ballet del Sodre celebra sus 80 años con una gala especial y un balance de cambios esperanzadores
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01 de octubre de 2015 a las 05:00

En 1971 todo parecía perdido. Un futuro prometedor se escondía tras la humareda del incendio que dejó a Uruguay sin uno de sus grandes teatros por casi cuatro décadas. Desprovistos de un escenario propio, los bailarines del Ballet Nacional del Sodre se vieron forzados a reproducir sus cuidados arabescos y piruetas en otras tablas, menos idóneas. Pero el verdadero golpe provino de un público que poco a poco perdía el interés.

Ahora, a 44 años del siniestro, la imagen que proyecta el Ballet del Sodre es otra, tan distinta que no aparenta formar parte de la misma historia, una que parecía destinada a terminar en oportunidades desvanecidas. Las salas desbordantes y los aplausos enardecidos forman parte de ese nuevo retrato, ambientado en un teatro reconstruido, con solo seis años de vida, que ha logrado recobrar y robustecer el lugar del ballet en la cultura nacional.

"Hubo alguien que tuvo la visión de formar una compañía de danza. Lamentablemente hubo vaivenes, pero lo importante es que en todo ese proceso hubo gente que estuvo presente y siguió trabajando, luchando por la danza", señala a El Observador el director del ballet, el bailarín y maestro argentino Julio Bocca.

Aquella visión incipiente, materializada en el Nocturno nativo de 1935, será celebrada el 23 y 24 noviembre en la Gala 80 Aniversario, un espectáculo que recorrerá los pasados cinco años de renacer con extractos de distintas danzas. Según Bocca, se busca "que la gente vea la versatilidad de los bailarines, que pueden pasar de un clásico a un contemporáneo" en cuestión de segundos.

Con el acompañamiento de la Orquesta del Sodre y la participación de parejas del Teatro Colón (Argentina), la São Paulo Companhia de Dança (Brasil) y el Ballet de Santiago (Chile), la gala no solo supondrá un desafío coreográfico para los intérpretes, sino también una exigencia a nivel técnico dados los múltiples cambios de escenografía y vestuario que se realizarán.


La anatomía del éxito

Sin embargo, la celebración no se limitará a esos dos días, sino que se ha manifestado en los meses anteriores mediante giras por el interior del país, tours internacionales y funciones para públicos específicos, como escolares, bomberos o mujeres solteras. Además de acercar el arte al país, uno de los objetivos de la gestión de Bocca, que comenzó en 2010, fue darle un nombre a Uruguay en el contexto de la danza internacional.

"Creo que se ha conseguido poner al Ballet del Sodre en valor. Tuvimos 160 bailarines anotados para la última audición. Vienen de todo el mundo: eso significa que la compañía ya está colocada" internacionalmente, señala Bocca, que continuará luchando por posicionar al cuerpo de danza como representante latinoamericano. Los logros no sólo se proyectan hacia el exterior, agrega, ya que los síntomas de cambio también se han reflejado en el trabajo cotidiano, con un ritmo establecido y la participación regular de maestros o coreógrafos invitados.

La apuesta por generar escenografías y vestuarios propios también fue prioritaria. "Siempre es mucho mejor tener tu propia producción que traerla de afuera, porque sabés que el dinero que estás invirtiendo queda en el país, y lográs que la compañía vaya teniendo su propia personalidad", sostiene.

Esa personalidad también se manifiesta en las coreografías propias, como la reciente Episodios nocturnos coreográficos. Además de darle la oportunidad a bailarines uruguayos de realizar sus propias propuestas, "es una forma de balancear cuando uno hace giras en el exterior. Vos llevás algo que es tuyo, que no se conoce y que las otras compañías no tienen", y, así, el impacto es mejor, más memorable.

Tras sus cinco años de gestión y los 80 de historia de la compañía estatal, el ballet "ya está instalado en la sociedad. Agarrás un diario el fin de semana y te fijás a ver qué hay. No es algo elitista, que tengo que entender o para lo que me tengo que vestir bien".

Habiendo generado en el Ballet del Sodrey una dinámica aceitada y un nombre cada vez más reconocido, Bocca enfrentará a fines de este año la posible renovación de su contrato como director. "Estamos hablando, todavía no sé qué voy a hacer. Estoy viendo cuestiones personales e internas, pero todavía no tengo nada firmado", agrega, señalando el deseo de mantener contratos anuales como el resto de los bailarines. "Necesito esa adrenalina, decir 'bueno, tengo hasta fin de año. ¿Qué se puede hacer?'".


Al rescate de la memoria

La gala comenzará con un desfile de la Escuela Nacional de Danza y un video institucional sobre las ocho décadas del ballet. Luego, el espectáculo se dividirá en dos partes, con solos, pas de deux y piezas grupales de obras representadas en los últimos cinco años: La Bayadera, Giselle, Don Quijote, Lago de los Cisnes y El Corsario, entre otros. También se proyecta el lanzamiento limitado de un libro sobre la historia del Ballet del Sodre que además incluirá la faceta viva de la compañía, con anécdotas de los bailarines que pusieron todo en movimiento.


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