Una final de fútbol y algo más

Debido a los cientos de millones de espectadores que sintonizan, más unos cuántos más a nivel mundial, el Super Bowl trasciende un poco el deporte para transformarse en un espectáculo que mueve millones de dólares.

Este año los Baltimore Ravens ganaron sobre los San Francisco 49ers. Alicia Keys cantó el himno nacional y Beyoncé iluminó con su show el entretiempo. Y eso fue sólo durante la transmisión del partido. Las publicidades hicieron de cada tanda comercial un show aparte, tanto así que muchos prenden la televisión solo para verlos.

Con Beyoncé, precedida por Madonna, continúa con fuerza el regreso del pop a este megaevento, que se vió interrumpido luego del infame show de Janet Jackson y Justin Timberlake, protagonizado por el “mal funcionamiento del guardarropas”.

Luego de su seguro pero imponente show, un apagón interrumpió el partido durante 34 minutos. Podría haber sido a causa de su despliegue de luces, pero las razones fueron menos conspirativas.

El apagón
Luego del show de Beyoncé, los jugadores volvieron al tercer cuarto del partido, solo para ser interrumpido nuevamente por un sorpresivo apagón. La empresa que provee de energia al estadio confirmó que el problema fue una “anormalidad” en el sistema que alimenta de energía a las líneas del edificio, haciendo necesario un corte de electricidad. Después de todo, la causa no fue la cantate y la fuerza de su show.

La reunión a medias
Beyoncé estará en la cima, pero aún destina algún tiempito para mantenerse en contacto con sus raíces. Por eso, como se rumoreaba desde hace semanas, durante sus 13 minutos en la cancha, cantó tres canciones junto a las integrantes de Destiny’s Child. Bootylicious y Independent Woman Pt. 1 –con la pose de Los ángeles de Charlie incluida– sonaron imponentes de la mano del trío. Sin embargo para cerrar no recurrieron a Nuclear, su más reciente corte, sino que las chicas “ayudaron” a Beyoncé a interpretar Single Ladies. Su salida del escenario fue más despachada que una despedida cariñosa.

La parte comercial
Las publicidades funcionan como otro gran atractivo de la noche. Y los altos precios que las marcas deben pagar se traducen en las millones de personas que las ven, haciendo que año a año deban superarse.
Desde Pepsi, pasando por Doritos, varias marcas de automóviles y el ineludible Gangnam Style, todos tuvieron su lugar entre corte y corte comercial.
Pero este año las marcas no sorprendieron ni marcaron la cancha. Algunas fueron tildadas de controversiales –como la de Volkswagen– y otros fueron acusados de sexistas –GoDaddy, Mercedes Benz–.

Super ciencia
El deporte también da lugar a la ciencia. Por eso el periodista Phil Plait se dedicó a tuitear datos científicos con el hashtag SciBowl2013.
Sus lectores pudieron aprender, por ejemplo, que la presión del aire dentro de la pelota es de 27,5 psi; que el peso promedio de un jugador de NFL es de menos de 100 libras en Marte; o que si Beyoncé hubiese nacido en Saturno recién cumpliría su primer año.