Una noruega en Montevideo

"Estábamos ensayando y de repente aparecían toneladas y toneladas de sangre. Se llenaba. Quedábamos todas bajo la sangre", explica la directora teatral Cecilia Caballero, mientras alza sus brazos a nivel del cuello, moviéndose levemente, cual sumergida.

Cuando la anécdota termina, Caballero mira a su izquierda y comienza a narrarla de nuevo, esta vez en noruego, para que la dramaturga nórdica Lene Therese Teigen pueda entender. Sus brazos se vuelven a levantar y Teigen jadea sorprendida, pero no tanto. Después de todo, solo era un sueño.

"Tuvimos muchos sueños raros todo el tiempo", comenta Caballero, encargada de llevar a las tablas una de las obras de Teigen, Square, que llegará hoy a Uruguay, en la sala Perillán. "Te lleva a un mundo muy oscuro", señala, aunque reconoce que fue esa misma penumbra la que la impulsó a dirigir la obra.

Con solo cuatro actrices para representar 16 personajes distintos, Square habla del miedo, el abuso y la violencia entre los géneros, entre los padres y sus hijas. Para arribar a esas temáticas, la obra propone cuatro historias que se intercalan, pero no se conectan. Al menos no explícitamente. "No hay inicio y final, sólo son cuatro escenas y el hilo conductor es lo que pasa por debajo", explica Caballero, delineando un juego de verdades y mentiras entre personajes que no siempre quieren admitir los abusos de los que fueron víctimas.

Según Teigen, la dinámica comienza en un aeropuerto, con personajes cuyas historias se cruzan en un lugar de tránsito: una mujer que ha sido limpiadora toda su vida, otra que quiere cambiar de sexo y una madre y una hija con un vínculo tensionado. Sin salir del escenario, ese mismo aeropuerto se convierte en una prisión en la que conviven cuatro mujeres cuyos vínculos sanguíneos sugieren un incesto en la familia.

Cuatro hermanas que quieren vender su casa paterna, con olor putrefacto, junto a cuatro mujeres que hacen una película sobre incesto completan una narración definida por Teigen como "un puzle". "Ellas juegan con el espectador. Cuentan y juegan. Muchas veces no sabés si es verdad lo que dicen, y por momentos dicen cosas que no sabían si podían decirlas", agrega Caballero.

Rostro de mujer

Siempre presentes en el escenario, un cuadrado en el que se desarrollan las diferentes acciones, las actrices no tienen cambios de vestuario, sino que entran y salen de personaje valiéndose solo de la interpretación. Lograr esa dinámica, no obstante, implicó un proceso de producción similar a la obra misma. "En un principio fue muy oscuro, nos metimos en ese mundo y empezamos a sentir todo el peso. Después nos dimos cuenta de que no, de que tenemos que jugar. Investigando un poco sobre las niñas abusadas, vimos que ellas cuentan las cosas desde otro lugar. De repente, con la misma cara con la que yo te digo que ayer fui a la feria, ellas cuentan que fueron abusadas", explica la directora.

La creación de personajes femeninos complejos es uno de los fuertes de Teigen, que también se ha desempeñado como escritora para cine y televisión. "Me interesa mucho hacer buenos roles para actrices, y con esta pieza en particular quise hacer antiheroínas. No quiero hacer modelos a seguir", agrega la dramaturga feminista, también presidenta de la asociación Women Playwrite International. "Tenemos que insistir en que se cuenten historias sobre mujeres, porque son incluso más importantes que las de los hombres por el hecho de que no son relatadas".

El vínculo entre la verdad y la mentira también ha sido una de las temáticas recurrentes de Teigen, junto a las relaciones de poder no solo entre hombres y mujeres, sino también entre las distintas generaciones de mujeres. "Sin embargo, el incesto es algo con lo que nunca había trabajado", destaca.

Esa exploración provino de las condiciones en las que fue generada Square, precisa Teigen. "Fui a Canadá a hacer un workshop de tres semanas con actores y un director y lo vi como una oportunidad para hacer algo nuevo. Comencé a escribir y tuve una visión de una mujer saliendo de la boca de otra, una y otra vez, como si nacieran la una de la otra".

Al verse forzada a crear en inglés y no en su noruego nativo, Teigen se encontró con nuevas ideas: "Cuando trabajás con otra lengua buscas algo distinto en ti. Quizá fue algo de un nivel más profundo, porque es muy difícil escribir en un idioma que no sea el tuyo".

Aunque suele recurrir a la investigación para crear sus historias, el caso de Square fue diferente. "Esto lo inventé", afirma, aunque se alimentó de intercambios con actores y de conocimientos que ha adquirido sobre psicología. "Es una de las cosas maravillosas de ser escritor. A veces las cosas solo vienen a ti y te preguntas '¿esto es parte de mí? ¿de dónde vino'. Creo que si hubiese hecho más investigación previa, el resultado quizá hubiese sido más informativo", agrega. Quizá, incluso, con otro tono de oscuridad.

Lene Teigen x 2

OBRA. Square, dirigida por Cecilia Caballero, se representará en la sala Perillán (Jackson 1083) durante tres sábados. La obra cuenta con la actuación de Alicia Dogliotti, Gianinna Urrutia, Verónica Lourenco y Andreína Benítez.

CHARLA. Teigen participará mañana en la 38º Feria Internacional del Libro con la charla El género, en las obras de Ibsen y Strindberg, en la que también disertarán Mariana Percovich y Louise von Bergen.