El secretario general de la Organización de Estados Americanos (
OEA), Luis Alamgro, estudia invocar la Carta Democrática Interamericana para forzar a que los 34 países miembros del organismo tengan que abordar la situación de Venezuela, un tema que han evitado durante años.
Almagro y el presidente venezolano,
Nicolás Maduro, llevan meses de cruces de declaraciones. Incluso Maduro lo trató de "basura" cuando Almagro dijo en 2015 que el asesinato de un político opositor fue "una herida de muerte a la democracia".
Una delegación de la oposición venezolana le entregó el 28 de abril a Alamgro documentación sobre la "crisis política, social e institucional" que vive hoy una Venezuela "sin división de poderes, con 115 presos políticos y en escasez de alimentos y medicinas", según esos documentos.
Almagro les pidió información adicional y analizará en los próximos días si hace lo único que está en su mano como secretario general para forzar el debate venezolano en la OEA: invocar el artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana.
En caso de que en un Estado miembro se produzca "una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático", indica el artículo, "cualquier Estado Miembro o el secretario general podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente".
Que Almagro decida dar este paso es la única esperanza de la oposición para que sus denuncias se aborden en la OEA, porque solo los Estados miembros pueden pedir un Consejo sin recurrir a la Carta Democrática y en estos momentos ninguno parece dispuesto a enfrentarse de esa manera al Gobierno venezolano, según fuentes diplomáticas consultadas por Efe.