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Una ruptura que complica la continuidad de Dilma Rousseff
El PMDB, históricamente aliado del gobierno, resolvió alejarse y retirar todos sus ministros
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30 de marzo de 2016 a las 05:00
Sólo tres minutos de reunión bastaron para que el Partido por el Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), liderado por el vicepresidente de Brasil Michel Temer, resolviera romper su alianza con el gobierno de Dilma Rousseff y el Partido de los Trabajadores (PT).
Entre aplausos y cánticos que entonaban "¡Brasil presente, Temer presidente!", los asistentes a la reunión celebrada en el Congreso de Brasilia decidieron por aclamación separarse del gobierno, algo que se podía preveer hace ya días atrás y que fuera planteado desde hace semanas por su líder Michel Temer, de manera de precipitar el proceso de Impeachment (juicio político) sobre Rousseff, acusada de manipulación de cuentas públicas.
Además, el PMDB resolvió que sus ministros deberían entregar sus cargos inmediatamente, decisión que generó algunas reticencias. Actualmente el partido centrista posee seis ministros en el gabinete de Rousseff, dado que Henrique Alves, ministro de turismo, renunció el pasado lunes argumentando que el tiempo de negociaciones había concluido.
La ruptura pone a la mandataria en serios aprietos, dado que el PMDB es el partido con mayor cantidad de representantes tanto en la Cámara de Diputados como en la Cámara de Senadores. Esto, además, podría precipitar que otros partidos que actualmente apoyan al gobierno del PT puedan imitar la decisión del PMDB, tal y como aventuró el opositor y ex candidato Aecio Neves en conferencia de prensa.
"A partir de hoy, en esta reunión histórica del PMDB, el PMDB se retira de la base del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y nadie en el país está autorizado a ejercer cualquier cargo federal en nombre del PMDB" declaró el senador Romero Jucá, vicepresidente del partido.
A todo esto, la oposición brasileña ha manifestado su disposición de apoyar al gobierno provisional que asumiría Temer en caso de que la presidenta Rousseff fuese destituida en un juicio político. Ante este eventual panorama, Temer, de 75 años, se convertiría en el presidente de Brasil hasta 2018.
Las repercusiones de la resolución no se hicieron esperar y una de las primeras en reaccionar fue la propia presidenta de Brasil, al cancelar un viaje pactado para esta semana a Estados Unidos, donde participaría de un congreso de seguridad nuclear junto a otros mandatarios.
Según publicó O Globo, el gobierno declaró que "la dinámica de la inestabilidad política del momento exige que se quede en Brasil".
Histórico aliado
Si algo ha caracterizado al PMDB a lo largo de su historia es que siempre fue un partido aliado de todos los gobiernos de Brasil.
Partido de caudillos locales, siempre ha sido un factor fundamental para los gobiernos de Brasil, dada la cantidad de escaños que posee regularmente en Diputados y Senadores.
Actualmente, ese aspecto es esencialmente importante, dado que el PMDB tiene en el gobierno siete gobernadores (frente a 5 del PT y 5 del Partido Socialdemócrata) y es la principal bancada en la Cámara de Diputados (con 69 escaños sobre un total de 513) y posee 18 senadores de un total de 81.
Pese a estos números, el PMDB no presenta candidatos a la presidencia de Brasil desde 1994, tras sendos fracasos electorales en ese año y en 1989.
El proceso de Impeachment
El impeachment (proceso de destitución) avanza rápidamente y podría concluir hacia mediados de abril si la Cámara de Diputados lo aprueba por una mayoría de dos tercios (342 de los 513 diputados) y luego el Senado por más de la mitad de sus 82 escaños. En ese caso, Rousseff sería apartada de su cargo por un período máximo de 180 días, hasta que la Cámara alta dé su veredicto final, esta vez por una mayoría de dos tercios. En este período asumiría Temer.
Un dato curioso es que el PMDB ha tenido hasta ahora dos presidentes a lo largo de su historia y ambos consiguieron llegar al puesto siendo compañeros de fórmula de presidentes que por diferentes motivos tuvieron que abandonar el cargo.
