Por Blasina y Asociados, especial para El ObservadorLa
soja en
Chicago ajustó esta semana a la baja por toma de ganancias luego de cerrar marzo en los máximos niveles en casi ocho meses. En Uruguay –al igual que en buena parte de Argentina– todo está prácticamente parado a la espera que se moderen las lluvias en un escenario complicado.
En los primeros cuatro días de la semana los futuros de soja cayeron en tres. La semana pasada el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) proyectó un incremento superior al esperado en el área de maíz para ese país y un descenso marginal para la superficie de soja (ver páginas 8 y 9).
En las jornadas siguientes, el mercado fue corrigiendo al ver que el área de maíz no será tan grande como la prevista por el USDA y que la soja se quedará con una parte de superficie del cereal.
El clima y las demoras en la siembra determinarán los movimientos del mercado de la sojaEn las próximas semanas el clima y las posibles demoras en la siembra determinarán los movimientos del mercado. Lo que es claro es que un ajuste relevante en los precios de la soja y el maíz en Chicago solamente se podría dar con un escenario adverso a nivel climático que deprima la productividad.
En América del Sur los grandes números de oferta ya están prácticamente definidos más allá de ajustes. En Brasil, el gobierno recortó su estimación sobre la producción de soja algo por debajo de los 100 millones de toneladas y probablemente no sería el último ajuste.
En Argentina, las previsiones de rendimientos son altas, pero las lluvias podrían generar algún impacto en términos de rinde o calidad dependiendo de si son intensas en las próximas semanas. El menor ritmo de cosecha puede afirmar las primas aunque sin ir a una suba en los precios sino a cierta estabilidad.
Mientras tanto, en el mercado local la actividad es mínima desde todo punto de vista –cosecha y ventas–, con referencias con un rango entre US$ 315-US$ 317 por tonelada base acopio.