Uruguay apuesta a un primer informe común sobre UPM

Mientras el criterio para medir los efluentes vertidos al río Uruguay por la planta de UPM (ex Botnia) fue un punto de tensión permanente entre las administraciones del Frente Amplio y el kirchnerismo, la delegación uruguaya en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) tiene "expectativa" de que el cambio de gobierno en Argentina permita presentar por primera vez un informe conjunto sobre el nivel de contaminación de la exBotnia.

El presidente de la delegación uruguaya en la CARU, Gastón Silberman, fue consultado por El Observador sobre el cambio de gobierno en Argentina. "Tenemos expectativa y esperanza de que podamos tener un mejor relacionamiento", dijo.

"Hasta ahora se hacen los análisis, se toman las muestras, se remiten a los laboratorios, pero no se ha podido llegar a conclusiones en común porque se aplican diferentes criterios en la evaluación de los mismos. La idea es tratar de tener un criterio común", agregó.

La pastera fue el mayor conflicto entre el kirchnerismo y Tabaré Vázquez durante su primera presidencia (2005-2010), un tema que llevó incluso a suspender el diálogo bilateral tras el corte del puente internacional San Martín por parte de ambientalistas que tenían el apoyo del gobierno argentino.

Aunque durante la administración de José Mujica (2010-2015) fue levantado el corte, los gobiernos volvieron a chocar por la forma en que miden la contaminación de la planta. El conflicto volvió en 2013 cuando UPM solicitó al gobierno uruguayo ampliar su producción de 1,1 a 1,3 toneladas anuales. Por entonces Argentina amenazó con llevar el conflicto otra vez a la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Para Uruguay otra de las prioridades tras la asunción en Argentina de Mauricio Macri es completar el dragado del río Uruguay a 25 pies hasta Concepción del Uruguay, lo que permitirá a buques de transporte marítimo llegar hasta Fray Bentos, y luego de 19 pies hasta Paysandú.

Silberman también señaló la relevancia de que Argentina apruebe el incremento de terminales marítimas en el puerto de Nueva Palmira, algo que es resorte de la CARU.

"Las terminales de Nueva Palmira llevan ocho años en espera. Para nuestro país es importante poder incrementar las bocas de salida y entrada de mercadería en esa zona", dijo.

En mayo de este año Silberman tuvo uno de sus últimos cruces públicos con el presidente de la delegación argentina en la CARU, Hernán Orduna, quien afirmó a radio Máxima de Gualeguaychú que el gobierno uruguayo "impide" avanzar en los controles ambientales sobre la pastera. En ese momento Silberman dijo a El Observador que Argentina hace "lo imposible y miente para demostrar que UPM contamina, y Uruguay sabe perfectamente que no contamina".

Los actuales representantes argentinos en la CARU comunicaron el jueves a sus pares uruguayos que renunciarán a su cargo el 10 de diciembre tras la salida del poder de Cristina Fernández de Kirchner.

Un comité científico integrado por técnicos de los dos países ingresa a la pastera desde 2010 una vez por mes y toman muestras. Los análisis son enviados al exterior pero se mantienen bajo reserva porque los gobiernos no acuerdan los términos. Mientras Uruguay afirma que la planta no contamina, Argentina asegura que sí lo hace. En ese contexto, el gobierno uruguayo insiste en no avanzar sobre estudios más profundos hasta que no haya una conclusión conjunta de las 47 muestras tomadas hasta ahora.

La diferencia entre Uruguay y Argentina está en la referencia que se toma para medir los efluentes. Mientras Uruguay toma el capítulo del digesto del río Uruguay referido a efluentes, Argentina toma las tablas de referencia correspondientes a la calidad del agua del río.