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Vázquez convirtió en humo una de sus promesas electorales
El presidente subió el impuesto a los cigarrillos empujado por su obsesión contra el tabaco
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19 de junio de 2015 a las 05:00
Probablemente empujado por el asco al tabaco, que alguna vez fumó con placer y a escondidas, y por la necesidad de recaudar algo más de dinero ahora que la economía se desacelera, el presidente Tabaré Vázquez decidió convertir en humo, o en menos humo, su promesa electoral de no aumentar la carga impositiva sobre los uruguayos.
A poco más de cien días de haber asumido su segundo mandato, Vázquez resolvió dejar por el camino aquel juramento y lo hizo aumentando el tributo sobre los cigarrillos, algo que, más allá de asuntos recaudatorios, representa un paso más en su campaña contra el tabaquismo iniciada en su primera presidencia y alimentada por su condición de médico oncólogo.
"La continuidad de la política económica está garantizada y no está planificado en el horizonte ningún incremento de la carga impositiva", dijo Vázquez una y otra vez durante la campaña electoral que lo llevó al poder nacional por segunda vez.
Por aquellos días, su rival nacionalista Luis Lacalle Pou advertía acerca de las intenciones del dirigente frenteamplista. "Se los digo para que después no me digan que no les avisé: si gana Vázquez habrá más impuestos", dijo en casi todos los estrados en los que le tocó hablar.
Consultado ayer por El Observador, Lacalle Pou se limitó a responder: "Lo avisamos en la campaña: más impuestos".
El lunes 15, el presidente Vázquez firmó un decreto para incrementar el Impuesto Específico Interno (Imesi) sobre las cajas de cigarrillos, lo que implicará una suba de $ 4 por cajilla.
El ajuste del tributo resuelto por Vázquez acompaña el aumento progresivo realizado en su primera presidencia (2005-2010), que fue desalentado durante la administración de José Mujica.
Pero el exguerrillero tupamaro le dio una mano a Vázquez cuando, tras el balotaje del pasado noviembre, el oncólogo empezó a darse cuenta que su promesa de no más impuestos se chocaba con su entusiasta, y bastante efectiva, campaña contra el consumo de cigarrillos.
Es así que, dejando de lado su postura sobre el tema, Mujica ajustó sorpresivamente el Imesi en diciembre de 2014.
Sin embargo, en las últimas horas Vázquez decidió que ese aumento resultaba pobre y descargó otro peso tributario sobre todos los cigarrillos, también sobre los Richmond que solía fumar en su juventud.
En el libro "Boliches, el corazón del barrio" editado por Banda Oriental, Vázquez cuenta algunas de sus correrías por las calles de La Teja con el Negro Tornales que incluían pitadas varias. "Al Negro Tornales le decían mulato y él corregía: 'Mulato, no. Yo soy negro y a mucha honra'. Ahora no sé cómo se haría llamar, si afrodescendiente o negro, pero él se sentía orgulloso con mucha razón. Fue un querido amigo del alma, éramos como hermanos, con él empezamos a fumar juntos cuando teníamos trece o catorce años. Fumábamos a escondidas. Juntábamos unos pesitos y comprábamos unas cajillas de Richmond. Él después siguió fumando", contó el presidente
A diferencia del negro Tornales, Vázquez dejó de fumar, se recibió de oncólogo y después, como Presidente de la República, hizo y hace todo lo posible para que el resto de los uruguayos no pueda o no quiera seguir fumando.
A poco más de cien días de haber asumido su segundo mandato, Vázquez resolvió dejar por el camino aquel juramento y lo hizo aumentando el tributo sobre los cigarrillos, algo que, más allá de asuntos recaudatorios, representa un paso más en su campaña contra el tabaquismo iniciada en su primera presidencia y alimentada por su condición de médico oncólogo.
"La continuidad de la política económica está garantizada y no está planificado en el horizonte ningún incremento de la carga impositiva", dijo Vázquez una y otra vez durante la campaña electoral que lo llevó al poder nacional por segunda vez.
Por aquellos días, su rival nacionalista Luis Lacalle Pou advertía acerca de las intenciones del dirigente frenteamplista. "Se los digo para que después no me digan que no les avisé: si gana Vázquez habrá más impuestos", dijo en casi todos los estrados en los que le tocó hablar.
Consultado ayer por El Observador, Lacalle Pou se limitó a responder: "Lo avisamos en la campaña: más impuestos".
El lunes 15, el presidente Vázquez firmó un decreto para incrementar el Impuesto Específico Interno (Imesi) sobre las cajas de cigarrillos, lo que implicará una suba de $ 4 por cajilla.
El ajuste del tributo resuelto por Vázquez acompaña el aumento progresivo realizado en su primera presidencia (2005-2010), que fue desalentado durante la administración de José Mujica.
Pero el exguerrillero tupamaro le dio una mano a Vázquez cuando, tras el balotaje del pasado noviembre, el oncólogo empezó a darse cuenta que su promesa de no más impuestos se chocaba con su entusiasta, y bastante efectiva, campaña contra el consumo de cigarrillos.
Es así que, dejando de lado su postura sobre el tema, Mujica ajustó sorpresivamente el Imesi en diciembre de 2014.
Sin embargo, en las últimas horas Vázquez decidió que ese aumento resultaba pobre y descargó otro peso tributario sobre todos los cigarrillos, también sobre los Richmond que solía fumar en su juventud.
En el libro "Boliches, el corazón del barrio" editado por Banda Oriental, Vázquez cuenta algunas de sus correrías por las calles de La Teja con el Negro Tornales que incluían pitadas varias. "Al Negro Tornales le decían mulato y él corregía: 'Mulato, no. Yo soy negro y a mucha honra'. Ahora no sé cómo se haría llamar, si afrodescendiente o negro, pero él se sentía orgulloso con mucha razón. Fue un querido amigo del alma, éramos como hermanos, con él empezamos a fumar juntos cuando teníamos trece o catorce años. Fumábamos a escondidas. Juntábamos unos pesitos y comprábamos unas cajillas de Richmond. Él después siguió fumando", contó el presidente
A diferencia del negro Tornales, Vázquez dejó de fumar, se recibió de oncólogo y después, como Presidente de la República, hizo y hace todo lo posible para que el resto de los uruguayos no pueda o no quiera seguir fumando.
