Vázquez, Mujica y la caja de Pandora en la economía

Aunque no es nuevo que estos dos líderes de la izquierda muestren sus diferencias de forma pública sin pudor, la controversia parte de supuestos errados o por lo menos inflados, y además se mete con un tema que para el Frente Amplio era sagrado.

Además, el cruce alimenta ese doble rol de gobierno y oposición que ejerce el FA al mismo tiempo, lo que le ha dado mucho rédito electoral.

En primer lugar, no hay posibilidad cierta de que un candidato a la Presidencia –y menos el oficialista– tenga problemas para acceder a la información oficial. Menos que menos la económica, que desde hace tiempo es transparente y confiable. En segundo lugar, tampoco es posible ocultar información, como sugirió Mujica. No hay cajas de Pandora en el Ministerio de Economía.

No es que la economía esté mal: el tema es que el gasto durante el período de Mujica (2010-2015) generó un déficit muy complicado de enfrentar en una coyuntura menos favorable que años anteriores. Es cierto que algunos de los principales socios comerciales están en problemas, pero la economía uruguaya crece por encima del promedio del mundo y la región.

Los expertos se han cansado de decir que la economía uruguaya está saneada y, como también dijo ayer Mujica, el nivel de reservas es un buen síntoma que genera efectos positivos palpables. Entre otras cosas, el país goza del grado inversor, lo que abre puertas al financiamiento internacional. Sin embargo, esa parte sana de la economía uruguaya está amenazada por la coyuntura. El déficit fiscal equivalente a 3,3% del PIB es una de las herencias negativas para el gobierno que asumió el 1° de marzo. Eso sumado a un escenario de crecimiento más moderado y a las amenazas externas (Brasil, para dar un ejemplo) dan razones para la visión pesimista de Vázquez.

En la coalición de izquierda, la manija de la economía la tuvieron desde el principio Danilo Astori y su equipo. Ese cuadro, tildado por lo bajo de infalible por sus rivales íntimos en el FA, se ganó el crédito en la cancha aunque a algunos les cuesta aceptar esa realidad. Ese hecho impide que haya cucos o manos negras de la oposición que operen en las sombras. A esta altura ya no corre el discurso de la herencia maldita. Los que dirigen el Ministerio de Economía desde 2005 son, básicamente, los mismos.

Situación sólida

A Vázquez lo persiguen las promesas de campaña, muchas de las cuales implican inversiones de fuertes sumas de dinero. También ayer Mujica se refirió a ese tema: “Es probable que no haya tanta plata para cumplir con las promesas electorales que se hicieron”, afirmó a canal 10.

Durante una recorrida de campaña en la ciudad de Libertad (San José) el 9 de julio de 2014, Vázquez pareció muy seguro al referirse al estado de la economía. “La situación económica del país es sólida, con un Banco de la República fuerte, con un Banco Central fuerte, con reservas internacionales de un valor que no conocía el país, por lo que un déficit fiscal como el que está planteado en la última Rendición de Cuentas es absolutamente manejable, controlable y no va a generar ningún tipo de desequilibrio ni en la economía ni en las finanzas del país”. Astori se manifestó en ese momento en términos similares.

Según dijo a El Observador el diputado de Asamblea Uruguay Alfredo Asti (presidente de la comisión de Hacienda de Diputados) la coalición “no obvió” en la campaña electoral la coyuntura económica delicada. A su juicio, el mandatario alude en su alarma a las contingencias externas, sobre todo de Brasil, que no estaban tan claras ni eran tan amenazantes antes de los comicios de octubre y noviembre. “Vázquez sabía cómo estaba la economía, y siempre dijimos que nos preocupa el déficit y que tenemos que tratar de limitarlo”, insistió Asti.